Los expulsados del Paraíso mostrará cómo los Testigos de Jehová «querían quedarse el concepto de víctima»

«Cuando hablamos de Testigos de Jehová, es fácil pensar en personas que nos tocan el timbre en un momento inoportuno para contarnos que el fin del mundo está cerca. Pero son unos 122.000 en España, están viviendo una realidad muy específica y el pódcast te permite meterte en la piel de los que han estado ahí dentro», explica a Alfa y Omega José Ramón Navarro Pareja. Es periodista de ABC especializado en religión y coordina la parte investigativa de Los expulsados del Paraíso, un pódcast sobre las prácticas sectarias en las que incurre esta organización pese a que, legalmente, esté considerada desde 2006 como «una religión de notorio arraigo».

Con ocho episodios de media hora cada uno, que se publicarán semanalmente, «la primera gran apuesta» de ABC por el pódcast permitirá «poder escuchar la historia de personas que se sienten víctimas y que viven algo que va mucho más allá de no poder recibir transfusiones de sangre». «Hay un gran ejercicio de empatía para saber más y tomarlos en consideración», asegura Navarro. Considera que el proyecto «coral» en el que participa gracias «al trabajo de mucha gente» servirá, aparte de para denunciar las presiones a las que los Testigos de Jehová someten a sus seguidores, para proporcionar un retrato más detallado de cómo es su día a día lejos de los lugares comunes.

Doble victimización

El periodista de ABC cuenta que el pódcast en el que participa «parte de las informaciones que habíamos publicado» sobre el juicio de los Testigos de Jehová entre noviembre de 2022 y enero de 2023. Estos habían denunciado a una asociación de víctimas que compartían sus experiencias dolorosas. A pesar de los abusos de distintos tipos cometidos y del ostracismo para quienes lo abandonaran, fue este credo quien denunció a sus exmiembros y no al revés, lo que les produjo una doble victimización. «Eran ellos los que querían quedarse con el concepto de víctimas», protesta.

José Ramón Navarro Pareja señala que mostrar cómo este ostracismo «es un mecanismo de control interno» será uno de los temas principales en Los expulsados del Paraíso. «Mientras son Testigos de Jehová, su relación con el resto del mundo, a quienes llaman “los mundanos” o “los paganos” es muy reducida», detalla el periodista. Por tanto, quienes abandonan estas comunidades a menudo «son gente que se encuentra sola con 40 o 50 años, que no tiene los recursos para generar amistades ni para acudir a fiestas con sus compañeros» porque, a lo largo de sus vidas, ni siquiera han tenido permitido «ir a los cumpleaños o a las fiestas típicas de Navidad en los colegios».

E incluso «aquellos que quieren volver tienen que demostrar su fidelidad, ir a todas las reuniones del salón del Reino» (como llaman a sus lugares de encuentro), «entrar unos minutos después de que haya comenzado y salir unos minutos antes» para subrayar que no forman parte de la comunidad y deben reconquistar su derecho de pertenencia. Todo ante las miradas frías de sus antiguos amigos y familiares, quienes tienen prohibido charlar con ellos. «Desde marzo, el cuerpo gobernante ha dicho que al que viene se le puede dar un “hola”, pero hasta ahora ni eso se podía», concluye Navarro Pareja.