Íñigo de la Fuente: «El exterminio ideológico ha sido terrible en el País Vasco» - Alfa y Omega

Íñigo de la Fuente: «El exterminio ideológico ha sido terrible en el País Vasco»

Ego Non agrupa a jóvenes vascos y navarros que no quieren «mirar hacia otro lado» ante la exaltación del terrorismo

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Íñigo de la Fuente, a la derecha, junto a otros miembros de Ego Non durante unas jornadas sobre la memoria.
Íñigo de la Fuente, a la derecha, junto a otros miembros de Ego Non durante unas jornadas sobre la memoria. Foto cedida por Íñigo de la Fuente.

«Somos jóvenes y tenemos ganas de hacer cosas», afirma Íñigo de la Fuente, uno de los fundadores de Ego Non, una plataforma que aglutina a vascos y navarros que disienten del discurso político dominante en sus entornos y se han puesto manos a la obra para contrarrestarlo. Su nombre procede de la expresión latina «Etiam si omnes, ego non» («Aunque todos sí, yo no»), toda una declaración de intenciones.  

¿Cómo nació Ego Non?
El nexo de unión entre nosotros es la red social X. Somos jóvenes que veníamos usando esta plataforma como un modo de socialización, reflexionando como vascos y navarros sobre cuestiones acerca de las que no podíamos hablar en nuestro entorno.

¿Por miedo?
Por falta de sintonía y por evitar incomodidades con el resto por hacer determinadas reflexiones, por ejemplo sobre los homenajes que se dan a los etarras o sobre las infamias que de vez en cuando dicen los representantes de Bildu.

¿Cómo dieron el salto fuera de la red social?
Uno de nosotros vivía en Galdácano, de donde son varios etarras tristemente bastante célebres, como Txapote. En junio de 2019 hubo allí una campaña de la izquierda abertzale en la que instalaron varios carteles de fotos de terroristas con el lema Free them all (Liberadlos a todos), denunciando la política de dispersión de terroristas en las cárceles. Nosotros fuimos de madrugada, con cierto miedo, a poner al lado de cada uno otro cartel con la leyenda Know them all (Conocedlos a todos), contando por qué esa persona estaba en prisión y a quiénes había matado. A las ocho de la mañana no quedaba ninguno de nuestros carteles. Pero pudimos comunicar esta acción en X y eso nos dio cierta notoriedad. Sin embargo, ningún medio de comunicación nos dio cobertura.

¿Qué pasó después?
En mayo de 2020 organizamos nuestra primera quedada en Bilbao. Fuimos 25 personas y nos constituimos como una asociación vasca y navarra de jóvenes con afinidad por la misma causa justa. Decidimos que fuera una asociación de mínimos.

¿A qué se refiere?
Con un mínimo de reivindicaciones puedes convocar a más gente para un mismo fin. En nuestro caso, proponemos no mirar hacia otro lado y decir «no» a toda exaltación del terrorismo en el País Vasco y Navarra. El siguiente paso fue organizar en 2021 unas jornadas sobre la memoria coincidiendo con la que celebra el Gobierno, con un relato en el que no hay ni vencedores ni vencidos y que es pura manipulación histórica.

¿De qué memoria se trata?
Ahora mismo, si preguntas a un joven sobre ETA te dirá que fue una asociación antifranquista, cuando la mayoría de los crímenes sucedieron en democracia. El exterminio ideológico que hemos sufrido ha sido terrible aquí. Ahora todo parece en calma, pero a esta situación hemos llegado acallando la voz y la vida de multitud de personas. Poco a poco se ha ido blanqueando el terrorismo y se han ignorado las demandas de las víctimas.

Con las víctimas

El miembro fundador de Ego Non participa este jueves en el II Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo que organizan la Comunidad de Madrid y la Fundación San Pablo CEU con el lema Comprometidos con la memoria. Junto a él estarán otros jóvenes, nietos de asesinados por ETA, como Jorge Múgica o Paula Baena, y protagonistas de las reivindicaciones de las víctimas como José Antonio Ortega Lara, Maite Pagazaurtundúa o Iñaki Arteta, que presentará el vídeo Educar para la memoria. En un contexto más amplio, el encuentro contará con otras víctimas del terrorismo internacional, como la colombiana Ingrid Betancourt; Yoni Diller, superviviente del ataque perpetrado por Hamás en Israel; o José Manuel Sánchez Riera, exagente del CNI emboscado en Irak en 2003. El congreso alberga también una exposición en recuerdo de los 20 años del 11M.

El ascenso de Bildu en las elecciones del pasado domingo ha sido notable. ¿A qué se debe?
Yo personalmente pienso que esta situación no nos puede sorprender. Todo nos ha ido llevando a que ocurriera esto. Bildu es hoy un partido político con una capilaridad que ha ido creciendo en los últimos años. La sociedad vasca sigue considerándolos como «los de aquí» y en esa mentalidad no entran otras alternativas. La amnesia es generalizada.

¿Amnesia inconsciente o voluntaria por un deseo de olvidar el pasado?
En el País Vasco se vive bien y la gente quiere seguir haciéndolo, por eso quiere olvidar y no discutir. Es más cómodo.

Entre los jóvenes, Bildu se ha convertido en la primera fuerza política. ¿Qué les han contado?
No nos han contado nada. Lo atractivo para los jóvenes es un discurso de izquierda. Bildu ha sabido congregar sus reivindicaciones, desde la política de vivienda al fomento de la música autóctona. Han empatizado por esa vía.

¿Pero no tienen en cuenta el pasado de los candidatos de Bildu?
De eso no se habla. Desde el año 2011, Bildu ha presentado como candidatos a casi un centenar de condenados por pertenecer a ETA, pero no pasa nada. Antes eran guerreros de la patria vasca y ahora son civiles que se ocupan de nuestros problemas. Es muy triste.

¿Cómo viven todo esto las víctimas?
La frustración es enorme. Son personas que llevan avisando mucho tiempo de lo que está ocurriendo. Se han puesto siempre enfrente de los que justifican el terrorismo y se han sentido muy solos. Están desamparadas y son muy pesimistas.

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