La celebración del día de la Infancia Misionera, el día 27 de enero, fue una auténtica fiesta en muchos lugares de España. En muchas diócesis se celebraron encuentros de niños, en los que pudieron escuchar testimonios de misioneros y celebrar juntos la Eucaristía. Pero en algunos sitios han tenido iniciativas especiales. Por ejemplo, en Sevilla, el colegio de los claretianos acogió un gran encuentro en el que los niños renovaron sus promesas bautismales y pudieron hacer un viaje virtual por todos los países de Europa, a través de una serie de puestos en los que conocieron su cultura, tradiciones, comida y juegos. También en Lérida los niños pudieron conocer estos países en la Feria de Infancia Misionera, esta vez a través de juegos. En Ciudad Rodrigo, el obispo, monseñor Raúl Berzosa, acompañó a los niños en su III Marcha desde la ciudad hasta Ivanrey. Y, en Toledo, los niños, además de celebrar el día de la Infancia Misionera, acompañaron a su arzobispo, monseñor Braulio Rodríguez, en el día de su cumpleaños.
Ahora, el eco de estas celebraciones ha terminado, aunque todo el bien que han hecho sigue en marcha. Desde las distintas Delegaciones de Misiones, ahora, están trabajando para hacer llegar lo antes posible el dinero a Obras Misionales Pontificias en España, donde estará hasta que, desde Roma, les digan a qué proyectos enviarlo. Mientras, muchos misioneros siguen trabajando con lo que han recibido de otros años. Muestra de ello es la labor de varios orfanatos que gestionan los misioneros en Sri Lanka –esa isla que está al sureste de la India– y en la misma India. En ellos, viven muchos niños y niñas que perdieron a sus padres en el tsunami, la ola gigante que asoló esa región en 2004. En total, se han enviado más de 15.000 euros a cinco hogares, en los que viven unos 500 niños.