Votemos. Retrato de los prejuicios sobre la salud mental - Alfa y Omega

Votemos. Retrato de los prejuicios sobre la salud mental

Juan Orellana
El salón de Alberto (Raúl Fernández de Mesa) se convierte en el escenario de esta cinta casi teatral
El salón de Alberto (Raúl Fernández de Mesa) se convierte en el escenario de esta cinta casi teatral. Foto: Deaplaneta.

Una comunidad de vecinos de un edificio antiguo de Madrid se reúne en el piso de Alberto (Raúl Fernández de Pablo) para votar el presupuesto del cambio de ascensor. Cuando ya han votado y se disponen a volver a sus casas, Alberto les comenta que por fin ha logrado encontrar un inquilino para su piso y que en una hora va a llegar para firmar el contrato. Sus vecinos se alarman cuando se enteran de que el presunto nuevo inquilino es un compañero de Alberto que ha entrado a trabajar en la empresa dentro de un programa de reinserción social.

Santiago Requejo nos ofrece una historia que concibió con Raúl Barranco y Javier Lorenzo a partir de unos sucesos reales que vivió una paciente de la Fundación Hospitalarias de Sevilla. Primero Requejo realizó un corto que estuvo nominado a los Premios Goya y fue incluido en la shortlist para los Óscar de 2022. Pero también escribió una obra teatral que es la que ahora ha llevado a la gran pantalla. Ese planteamiento teatral del filme hace que este gravite casi exclusivamente sobre dos pilares: el guion y la dirección de actores de un argumento coral. Requejo tiene que remar con un equipo de actores en el que, además del protagonista, contamos con Clara Lago, Tito Valverde, Gonzalo de Castro, Charo Reina, Christian Checa y Neus Sanz. El trabajo de todos ellos recuerda a películas como El nombre (también basada en una obra teatral). Tras una parte de conversación sosegada y razonable, se pasa a una atmósfera más crispada para acabar en un delirio en el que sale a la luz lo más brutal de cada personaje.

La cinta pone en el centro de su mirada crítica los prejuicios sociales contra las personas con problemas de salud mental; pero toca muchos más palos como la hipocresía, los prejuicios en general o las relaciones entre padres e hijos. En tono de comedia, Requejo deja caer varias ideas importantes. Por un lado muestra las difuminadas fronteras de la salud mental, señalando cómo la normalidad es un concepto frágil y convencional lleno de contradicciones y cómo el mundo está lleno de personas con problemas psicológicos y mentales no diagnosticados. Requejo también rompe una lanza a favor de los jóvenes, que aparecen en el filme como los personajes más limpios de prejuicios y honestos en sus posturas. En tercer lugar, nos ofrece una interesante reflexión sobre la democracia, que a veces parece entenderse como una práctica que se limita al acto de votar, en vez de tratarse de una cultura política que debe atravesar muchas facetas de la vida social cotidiana.

La película es muy amena, con unos diálogos muy trabajados, y consigue ir generando un suspense sobre a dónde nos va llevar esa situación de creciente irracionalidad. Para el espectador es imposible no posicionarse personalmente ante los distintos dilemas que se van proponiendo en las discusiones. Y, quizá, descubrir con cierta vergüenza que se identifica con las decepcionantes posturas de algunos personajes.

Votemos
Dirección:

Santiago Requejo

País:

España

Año:

2025

Género:

Comedia

Público:

+12 años

Cartel de 'Votemos'