Vosotros sois la luz del mundo - Alfa y Omega

Vosotros sois la luz del mundo

Viernes de la 4ª semana de Pascua. San Isidoro, obispo y doctor de la Iglesia / Mateo 5, 13‐19

Carlos Pérez Laporta
Foto: CNS.

Evangelio: Mateo 5, 13‐19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.

Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.

Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos».

Comentario

Si hace unos días Cristo se presentaba a sí mismo como luz del mundo, hoy quiere que esa luz la seamos sus discípulos —los de entonces y nosotros—: «Vosotros sois la luz del mundo». Cristo es la luz del mundo, porque en Él se manifiesta el sentido de toda la realidad y se clarifica nuestro propio camino. Pero esa luz se refleja en los que viven en relación con Él: todos los cristianos —los que consideran que la vida es toda entera diálogo con Dios— que viven en el mundo, manifiestan un cierto sentido de la vida, que puede iluminar a los hombres: «Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos». Al conocer a la Iglesia los hombres pueden aclarar su corazón, conocer el amor de Dios que los pensó y los hizo, y caminar por el camino de la luz.

Ese sentido que Cristo es no es abstracto. La vida tiene sentido precisamente cuando se vuelve más sabrosa, cuando es más posible disfrutarla y gustarla en todos sus aspectos. Solo goza de la vida realmente quien ha encontrado su sentido. Por eso, aquellos que son la luz sazonan la vida de los demás hombres: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?».