Veinte siglos de una evangelización que no cesa. Cristo, corazón de la Historia - Alfa y Omega

Veinte siglos de una evangelización que no cesa. Cristo, corazón de la Historia

¿Hay algo mejor que Cristo que podamos dar a los demás? ¿Y cómo vamos a dar a Cristo, si no tenemos a Cristo? Los métodos, las estrategias, los planes pastorales…, se quedan en nada si el Señor no se encarna de nuevo, en el presente, en cada uno de nosotros. La historia de la Iglesia muestra que todo bautizado es en su casa, en su trabajo, con su familia y amigos, allí donde esté y a tiempo completo, un verdadero misionero

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
1
La Iglesia en su contexto

1. Los primeros cristianos.– El Imperio Romano: multitud de religiones, sincretismo, relativismo, culto acomodaticio, dioses a los que hay que aplacar con sacrificios.

2. Los monjes conquistan Europa.– El Imperio Romano había caído por las invasiones bárbaras. Fragmentación, inseguridad, recesión económica.

3. Las Órdenes mendicantes.– Nacimiento de la burguesía, junto a un incremento de las desigualdades sociales; la Iglesia ha perdido cierto ímpetu misionero; amenaza de las herejías.

4. Los años de la Reforma.– Una Iglesia con tres Papas, analfabetismo religioso de muchos fieles del pueblo de Dios, y poca formación del clero.

5. Más allá de Europa.– Una Iglesia netamente europea se encuentra por delante un ingente campo de misión: América, Asia, África…

6. La nueva evangelización.– Dictadura del relativismo y cansancio de la fe en Occidente. En el resto del mundo, desechos tóxicos espirituales importados desde Europa y América.

2
Los santos

1. Los primeros cristianos.– Los apóstoles y los primeros misioneros, el matrimonio Áquila y Priscila, Perpetua y Felicidad, los primeros mártires.

2. Los monjes conquistan Europa.– San Benito, san Patricio, san Bonifacio, san Agustín de Canterbury, san Leandro, santos Cirilo y Metodio.

3. Las Órdenes mendicantes.– San Francisco de Asís, santo Domingo de Guzmán, santa Clara, san Buenaventura, san Pedro mártir de Verona.

4. Los años de la Reforma.– Fray Luis de León, Fray Luis de Granada, santa Teresa de Jesús, san Juan de la Cruz, san Juan de Ávila, san Carlos Borromeo, san Vicente de Paúl, san Sulpicio, Edmundo Champion.

5. Más allá de Europa.– Santo Toribio de Mogrovejo, san Martín de Porres, san Francisco Javier, Mateo Ricci, padre Comboni.

6. La nueva evangelización.– «Dios nos compromete a cada uno de nosotros a ser signo vivo de Cristo. El mundo necesita el testimonio de los que son capaces de abrir el corazón y la mente de muchos al deseo de Dios y de la vida verdadera»: Benedicto XVI.

3
Los métodos

1. Los primeros cristianos.– El contagio, el tú a tú al hablar de un Dios que se ha hecho cercano, la invitación a la comunidad de los que creen en Jesús. El método: el catecumenado, para hacer una introducción en la vida de fe y oración y en el Credo de la Iglesia. La predicación del Reino no pertenece sólo a los apóstoles, sino a todos los bautizados.

2. Los monjes conquistan Europa.– Fundación de monasterios de monjes y de monjas, como comunidades en tierras de misión, que servían de plataforma para la evangelización posterior: eran monjes y apóstoles al mismo tiempo.

3. Las Órdenes mendicantes.– Predicación de dos en dos por pueblos y ciudades. Nacimiento de comunidades de hermanos que viven la pobreza evangélica.

4. Los años de la Reforma.– Primer Catecismo universal, Misal de san Pío V, reforma de las Órdenes religiosas, del clero secular y de la actividad de los obispos, promoviendo algo que luego recogió el Concilio de Trento: que el obispo resida en su diócesis; además, se realizó una reforma de la teología para volver a santo Tomás, y se puso en marcha la creación de los Seminarios para formar sacerdotes.

5. Más allá de Europa.– Dos figuras como fueron la encomienda y las reducciones, en América; instrucción seria antes del Bautismo de adultos; catecismos y predicación en las lenguas vernáculas.

6. La nueva evangelización.– Debe ser nueva en sus métodos, como pedía el Beato Papa Juan Pablo II: sacerdotes numerosos y bien preparados en los aspectos espiritual, doctrinal y pastoral; y laicos bien formados y prontos a colaborar eficazmente en la obra evangelizadora, que evangelicen el mundo desde dentro, en los propios ambientes.

4
Un texto

1. Los primeros cristianos.– «Oficialmente, Jesús había muerto en la cruz. Después, ya se sabe lo que ocurrió: días después del Domingo de Pascua, los apóstoles comenzaron a anunciar la buena nueva de Jesús muerto y resucitado. Se ha intentado con frecuencia explicar esta conversión, pero no deja de presentarse como uno de los enigmas más irritantes que plantea la Historia»: Gustave Bardy, en La conversión al cristianismo durante los primeros siglos (Ediciones Encuentro).

2. Los monjes conquistan Europa.– «La obra de san Benito, y de manera particular su Regla, cambió el rostro de Europa, suscitando una nueva unidad espiritual y cultural, la de la fe cristiana»: Benedicto XVI.

3. Las Órdenes mendicantes.– «Os ruego que, de tal modo anunciéis y prediquéis a todas las gentes la alabanza del Señor, que, a toda hora, siempre se tributen alabanzas y gracias al Dios omnipotente por toda la tierra»: san Francisco.

4. Los años de la Reforma.– «Y porque hubiese más voces que predicasen y más médicos que curasen las ánimas, quiso Dios tomar ayudadores. El verdadero predicador, si anda en contentar a los hombres, no acabará, sino que a cada paso trocará el Evangelio y le dará contrarios sentidos, o enseñará doctrina contraria a la voluntad de Dios»: san Juan de Ávila.

5. Más allá de Europa.– «Muchos cristianos se dejan de hacer por no haber personas que en tan santas cosas se ocupen. ¡Cuántas ánimas dejan de ir a la gloria por la negligencia de ellos!»: san Francisco Javier.

6. La nueva evangelización.– «Cuántos viejitos están con la vida aburrida, cuántos jóvenes pasan sus vidas aturdiéndose con las drogas y el ruido, porque nadie les contó que había algo grande. Cuánta gente buena, pero que vive de la apariencia. ¿Y nosotros nos vamos a quedar en casa, cuando toda esta gente nos está esperando?»: cardenal Bergoglio.

RELACIONADO