Un ideal que supera las fuerzas de los esposos, si no cuentan con la ayuda de Dios - Alfa y Omega

Un ideal que supera las fuerzas de los esposos, si no cuentan con la ayuda de Dios

Redacción

El arzobispo de Burgos, monseñor Francisco Gil Hellín, estuvo presente hace pocos días en Roma para participar en la reunión de la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para la Familia, de la que forma parte, y en la Peregrinación Mundial de la Familia, con motivo del Año de la fe. A su vuelta, ha escrito un Mensaje con el título Roma, capital de la familia, en el que subraya que «la familia es la primera comunidad de personas en la que se aprende a amar y se trasmite y cuida la vida. Está hecha de rostros, de personas que aman, dialogan, se sacrifican unas por otras y se preocupan de la vida, especialmente de la más frágil. La familia es también el ámbito en el que se aprende el arte de la comunicación interpersonal, se toma conciencia de la propia dignidad, se trasmite y aprende la fe».

Por eso, ante las dificultades que pueden surgir en la vida diaria de la familia, hay que tener en cuenta que el matrimonio y la familia constituyen «un ideal que supera las fuerzas de los esposos, si no cuentan con la ayuda de Dios. Los matrimonios cristianos no pueden ser ingenuos ni desconocer los problemas y peligros de la vida. No obstante, esto no puede ser óbice para asumir la propia responsabilidad ante Dios y ante la Iglesia. Para esto se requiere la gracia del sacramento, entendido no como una ceremonia bonita y una fiesta hermosa, sino como una fuente de la que mana la gracia para caminar juntos durante toda la vida».