Un fracaso para la humanidad - Alfa y Omega

La semana pasada se cumplieron los peores augurios y Rusia atacó a Ucrania. Mientras el país se defiende con su presidente a la cabeza, se acumulan los muertos –también civiles– y se habla de más de 660.000 huidos, aparte de los cuantiosos daños materiales. Putin, erigido en una especie de zar, amenaza con su arsenal nuclear; crece el miedo entre los vecinos, y la Unión Europea, que los primeros días se mostró titubeante, ha adoptado sanciones históricas y está mandando armamento…

Las heridas son muy profundas y no se ve una resolución fácil del conflicto al cierre de esta edición. Francisco ha repetido que fiar todo a «la lógica diabólica y perversa de las armas» es un fracaso para la humanidad, especialmente para los más vulnerables. Hoy se produce «una salvaje negación de la condición de criaturas de Dios» –en expresión de Asociación de Amistad y Encuentro Interreligioso de Madrid– y perdemos todos.

Toca acoger a quienes huyen y apelar de nuevo a las negociaciones para frenar esta escalada violenta, como ha hecho el propio Papa al ofrecerse como mediador. Toca también seguir rezando por la conversión de los corazones y por la paz.

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