Cárcel Ortí asegura que «si Pío XII hubiese hablado, habrían matado a más judíos» - Alfa y Omega

Cárcel Ortí asegura que «si Pío XII hubiese hablado, habrían matado a más judíos»

«El Papa escogió la diplomacia del silencio para salvar vidas», afirma el historiador Vicente Cárcel Ortí ante la última controversia sobre el Papa Pacelli

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
«Pío XII mandó ayudar y esconder a miles de judíos en conventos de toda Europa», dice Cárcel Ortí. Foto: CNS.

«Eso se ha dicho toda la vida y es una polémica que no se va a resolver nunca», exclama al otro lado del teléfono, desde Roma, el historiador Vicente Cárcel Ortí. Sale al paso de la última controversia acerca del Papa Pacelli y su actitud ante el Holocausto.

A la carta de diciembre de 1942 publicada la semana pasada que revelaba al Pontífice la existencia de hornos crematorios en Belzec, se une ahora una declaración del Centro Simon Wiesenthal afirmando que «el Papa Pío XII nunca debería ser considerado para la santidad, ya que guardó silencio público durante todo el Holocausto».

Cárcel Ortí, uno de los mayores investigadores de la historia de la Iglesia en este período, señala que el Papa optó por una resistencia oculta para salvar de los nazis al mayor número de personas, «mandando ayudar e incluso esconder a miles de judíos en conventos de Roma y en toda Europa».

«Él podía haber hablado públicamente, pero así habrían matado a más gente —señala—. Incluso los obispos holandeses, los polacos y los alemanes le pidieron no hablar para evitar que la persecución fuera mayor».

Además, posicionarse públicamente «era ponerse en contra de un loco como Hitler, que planeaba dejarlo secuestrado e incomunicado en el Vaticano», dice el historiador.

Por el contrario, «él ayudó en todo lo posible a salvar la vida del mayor número posible de judíos». De hecho, «al acabar la guerra fueron al Vaticano muchos de ellos a arrodillarse delante de él y darle gracias. Y hasta Golda Meir, primera ministra de Israel, reconoció que en aquellos años terribles la única persona que les ayudó a nivel mundial fue el Papa».

Cárcel Ortí desvela que «el archivero que encontró esta última polémica carta es amigo mío y me dijo que lo iba publicar para que se conociera que el Papa sabía lo que pasaba. Eso es verdad, pero el mismo Pío XII confesaba que “si callo me critican, pero si hablo me criticarán más; mi misión es salvar todas las vidas posibles”».

Hoy los partidarios de su canonización defienden que «su silencio fue muy oportuno», dice Cárcel Ortí, «y eso no quiere decir que le faltara coraje ni valentía. Él fue prudente para evitar daños mayores».