«Seamos artífices de unidad y paz, dejando de lado las diferencias» - Alfa y Omega

«Seamos artífices de unidad y paz, dejando de lado las diferencias»

Continuando la tradición, también este año una delegación ecuménica de la Iglesia Luterana de Finlandia, presidida esta vez por el obispo luterano de Helsinki, Irja Askola, ha venido a visitar al Obispo de Roma con motivo de la festividad de San Enrique de Upsala, patrón de ese país

RV
Foto: Osservatore Romano.

«Los cristianos estamos llamados a ser testigos creíbles de unidad y artífices de paz y de reconciliación», lo dijo el Papa Francisco a los miembros de la Delegación Ecuménica de la Iglesia Luterana de Finlandia, a quienes recibió en Audiencia con ocasión de la tradicional peregrinación por la fiesta de San Enrique, en el marco de la semana dedicada a la oración por la unidad de los cristianos.

«Vuestra peregrinación ecuménica es un signo elocuente del hecho de que como luteranos, ortodoxos y católicos habéis descubierto lo que os une y, al mismo tiempo, deseáis dar testimonio de Jesús que es fundamento de la unidad», les dijo el Papa manifestando su alegría por esa visita.

«En particular estamos agradecidos al Señor -prosiguió- por los resultados alcanzados en el diálogo entre luteranos y católicos. Recuerdo el documento común Justification in the Life of the Church. Sobre esa base, «ese diálogo prosigue en su prometedor camino hacia una interpretación compartida, en ámbito sacramental, de Iglesia, Eucaristía y Ministerio. Los importantes pasos hacia adelante que hemos dado juntos están construyendo un fundamento sólido de comunión de vida en la fe y en la espiritualidad, y en las relaciones se difunde cada vez más un espíritu de confrontación serena y de compartición fraternal».

Aunque en ese diálogo queden todavía algunas diferencias en la doctrina y en la praxis, el dato no debe desalentar a sus protagonistas sino más bien «empujarnos a proseguir juntos el camino hacia una unidad cada vez mayor, también superando viejas concepciones y reticencias». «En un mundo a menudo lacerado por los conflictos y marcado por el secularismo y la indiferencia, todos unidos estamos llamados a comprometernos a confesar a Jesucristo, haciéndonos cada vez más, testigos creíbles de unidad y artífices de paz y de reconciliación», acabó el Papa.

VIS / RV

Texto completo del discurso del Papa Francisco

Queridos hermanos y hermanas, Eminencias,

Dirijo mi cordial bienvenida a ustedes, que también este año han querido visitar al Obispo de Roma con ocasión de la tradicional peregrinación por la fiesta de San Enrique. Agradezco al Obispo Luterano de Helsinki, Irja Askola, por sus corteses palabras.

Su peregrinación ecuménica es un signo elocuente del hecho que, como luteranos, ortodoxos y católicos, han descubierto lo que los une y, juntos, desean dar testimonio de Jesucristo, que es el fundamento de la unidad.

En particular, estamos agradecidos al Señor por los resultados que se han conseguido en el diálogo entre luteranos y católicos. Recuerdo el documento común Justification in the Life of the Church. Sobre esta base, tal diálogo prosigue en su prometedor camino hacia una interpretación compartida, a nivel sacramental, de Iglesia, Eucaristía y Ministerio. Los importantes pasos adelante realizados juntos están construyendo un sólido fundamento de comunión de vida en la fe y en la espiritualidad, y las relaciones son siempre más impregnados por un espíritu de serena confrontación y de fraterno compartir.

La común vocación de todos los cristianos está bien evidenciada por el texto bíblico de referencia de la Semana de Oración para la unidad de los cristianos, que inicia hoy: «Ustedes, en cambio, son una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido para anunciar las maravillas de aquel que los llamó de las tinieblas a su admirable luz» (1 Pt 2,9).

En nuestro diálogo, algunas diferencias actualmente permanecen en la doctrina y en la práctica. Pero esto no debe desanimarnos, sino al contrario, alentarnos a proseguir juntos el camino hacia una siempre mayor unidad, también superando viejas concepciones y reticencias. En un mundo muchas veces golpeado por los conflictos y marcado por secularismo e indiferencia, todos unidos estamos llamados a comprometernos en confesar a Jesucristo, haciéndonos siempre más testigos creíbles de unidad y artífices de paz y de reconciliación.

Queridos hermanos y hermanas, me alegro por su común empeño por el cuidado de la creación, y les agradezco de corazón por el gesto simbólico de hospitalidad que han querido ofrecerme a nombre del pueblo Finlandés.

En la esperanza que su visita contribuya a reforzar la colaboración entre sus respectivas comunidades, pido para todos ustedes abundantes gracias de Dios y los acompaño de corazón con mi fraterna bendición.

Los invito a rezar juntos el Padre Nuestro…

Renato Martinez / RV