¿Reconocería a su familia? El vídeo viral que evidencia la invisibilidad de los sinhogar - Alfa y Omega

¿Reconocería a su familia? El vídeo viral que evidencia la invisibilidad de los sinhogar

Bajo la lluvia y el frío del invierno, o bajo un sol de justicia, las personas sin hogar se han convertido en parte del paisaje de las grandes ciudades. Los encontramos sentados en la acera o durmiendo sobre un banco, quizá caminando a nuestro lado. Están ahí, pero no repararíamos en ellos ni aunque fueran un miembro de nuestra propia familia. Literalmente

Rosa Cuervas-Mons
https://youtube.com/watch?v=u6jSKLtmYdM

Los sin hogar están ahí, pero no repararíamos en ellos ni aunque fueran un miembro de nuestra propia familia. Así lo demuestra la última campaña de la asociación New York City Rescue Mission que no ha dudado en hacer pasar a las personas más importantes de la vida de otros por sintecho. Una cámara oculta y la cruda realidad han hecho el resto: las personas sin hogar son invisibles.

Mi hermana siempre me cuidó cuando era pequeña y mis padres estaban trabajando, explica Verónica a los que le preguntan quién es la persona más importante de su vida. Luego, mira con atención la pantalla y se descubre a sí misma pasando a pocos centímetros de su hermana sin siquiera mirarla. Es una sintecho.

Le pasa lo mismo a Shaunya con su tío -«siempre me llama por teléfono para ver qué le he preparado de comida»- y su madre cuando pasa junto a ellos sin reparar en quiénes son. Y a Evan y Alison, que, sin saberlo, están ignorando a su primo y a su hermano respectivamente.

Las imágenes, que en dos días han dado la vuelta al mundo, emocionan, sí, pero evidencian además la cruda realidad: los necesitados son invisibles a los ojos de una sociedad que no tiene tiempo ni de pararse a mirar a su alrededor. «¿Y si cambiamos la forma de mirar?», preguntan los creadores.

Siete años en Sing Sing

La asociación New York City Rescue Mission nació a principios de 1870, aunque entonces todavía no se llamaba así. Era sólo un pequeño refugio para las personas más desfavorecidas puesto en pie por el autodenominado ladrón de río Jerry McAuley.

Convertido al cristianismo durante los siete años que pasó en la prisión de Sing Sing, conoció poco después a María, otra conversa, de quien ya no se separó. Juntos comenzaron una obra de acogida y caridad con los indigentes que dio un salto cualitativo tras conocer al bróker Alfrederick Smith, un hombre creyente -y muy rico- que cedió el primer edificio a la organización. Era 1872.

Desde entonces, y siempre con el objetivo de ofrecer apoyo espiritual, comida, y refugio a los necesitados, la misión de rescate es referente, no sólo en la ayuda a los demás, sino también al llamar la atención sobre las personas que no tienen un techo y sobre la actitud hacia ellas.