Pepe Rodríguez: «Me siento orgulloso de nuestros misioneros» - Alfa y Omega

Pepe Rodríguez: «Me siento orgulloso de nuestros misioneros»

El conocido chef pronunciará este jueves el pregón del Domund en la catedral de Toledo

Cristina Sánchez Aguilar
El chef toledano apadrinó un curso de cocina para jóvenes migrantes. Foto: ABC

Da este jueves el pregón del Domund 2021. ¿Por qué dijo sí?
Es un honor que me nombren a mí, un humilde servidor de la cocina, para que vaya a la catedral primada de Toledo a hablar sobre los misioneros españoles, sobre todo después de conocer todos los datos de lo que suponen las misiones en España y en el mundo. Me siento orgulloso y hay que apoyarlo, algo que, por otra parte, siempre he hecho, pero quizá de forma más fácil e inconsciente, a veces casi mecánica. Ahora que sé bien lo que ocurre, es verdaderamente un lujo. Somos de los que más aportamos, no solo en dinero, sino también en calidad humana. Habría que contar más veces, no solo un día al año, que esta gente ha dejado todo por seguir a Jesucristo en otros lugares.

¿Cuándo fue la primera vez que escuchó hablar del Domund?
En el colegio. Recuerdo perfectamente aquel Domingo Mundial de la Propagación de la Fe; echábamos dinero a la hucha en la parroquia y en el colegio estaban toda la semana hablando de las misiones, y hasta iban misioneros. En Illescas tenemos además la suerte de tener a Pedro Luis, hijo del pueblo, que ha estado muchos años de misiones y ahora va y viene. Es una persona que ve la Iglesia de otra manera, es un aventurero, tiene una actitud de vida distinta. Su forma de evangelizar, la de los misioneros, nos debería también ayudar a muchos que tenemos que ir despacio. Yo no puedo, por ejemplo, llegar a la televisión y entrar como un elefante en una cacharrería: solo provocaría un rechazo absoluto. Tienes que ir lentamente porque sabes que es lo que va a calar.

Los misioneros suelen ser la mejor prensa de la Iglesia.
Sí, pero no podemos olvidarnos de los de aquí. A mí me admira tanto un misionero como un chaval joven vestido de sacerdote. Cuando le veo digo: «Qué ejemplo me da. Ha dejado todo, sus pasiones, su bienestar, su familia, sus aspiraciones terrenales… para entregar su vida». Hoy ponemos el foco en la vocación de los misioneros, es fundamental y hay que alabarlo. Pero no miremos de reojo a lo que tenemos aquí. Hay muchos misioneros que no salen de España.

España es uno de los países que más donativos entrega a las misiones. Usted ha vivido de cerca, en el mundo de la hostelería, cómo nos volcamos con los más necesitados.
Habría que hacer un estudio sociológico y psicológico de lo que significa España para el resto del mundo, porque a veces el peor enemigo de España somos los españoles. Hablamos mucho de lo malo, pero hay una luz de la que debemos sentirnos orgullosos. En la hostelería ahora estamos volcados con La Palma, pero esto ocurre continuamente en todos los ámbitos. Quizá es que hemos comprendido mejor el catolicismo desde España, hemos entendido mejor el mensaje.

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