¿Para cuándo la conversión? - Alfa y Omega

Resuenan aún los ecos de la fiesta de la conversión de san Pablo, con la cual se cerró la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que este año tuvo como lema Haz el bien. Busca la justicia. Y comienzo a pensar qué me dice a mí todo esto. Se me presenta como un todo: conversión, reconocer, pedir perdón, deseo de cambio, no silenciar, no hay sinodalidad sin reconciliación… Me ayuda a pensar que sería positivo hablar de sinodalidad reconciliadora, que está en el origen de la Iglesia. Parece un juego de palabras, pero creo que se entiende. Unidad. No hay unión ni comunión con personas abusadas en nuestros ambientes si no hacemos una petición de perdón.

El Señor, a través de Isaías, nos manda hacer el bien y buscar la justicia. Lo estamos haciendo mal. Hay que decirlo así. No es solo el abuso, sino silenciar, encubrir, esconder… ¿Esa es la justicia que deseamos?

Nos toca dar una respuesta como Iglesia, como instituciones, desde la escucha a las víctimas y atendiendo a los agresores, que son las primeras víctimas. A poner medios justos para cada uno, para su recupración. Todo sería válido menos mirar para otro lado y seguir dejando heridos en el camino.

Son noticias clamorosas, que duelen en lo profundo, pero pasa el momento, desaparece de las primeras páginas y parece que ya no existiera nada. Todo sigue igual. ¿Podemos creer que es así? Los que son abusadores, vengan de donde vengan —y muchos proceden de instituciones de Iglesia, que debe ser casa segura pora todos y todas— y que realicen abusos de todo tipo, no pueden ser intocables, porque es injusto para el propio abusador, para las víctimas, para la sociedad y para la Iglesia.

Generar una cultura del cuidado y de la protección, escuchar, no esconder, sería el compromiso que podemos y debemos asumir en todos nuestro ambientes si de verdad queremos un cambio profundo que revierta la situación. Vivir en este momento el Sínodo sobre la Sinodalidad es un imperativo para la reconciliación. Ojalá que no quede en deseos.