Nueva manipulación pro-aborto en Irlanda - Alfa y Omega

Nueva manipulación pro-aborto en Irlanda

María Martínez López

Un tratamiento médico a una embarazada gravemente enferma, aunque ponga en peligro a su hijo, es «éticamente permisible, siempre que se hayan hecho todos los esfuerzos para salvar la vida tanto de la madre como del bebé». Esto es distinto del aborto, que «es la destrucción directa e intencionada de un bebé no nacido, y es gravemente inmoral en cualquier circunstancia». El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal Irlandesa ha salido así al paso de una nueva oleada de peticiones para que el país celta legalice el aborto. La campaña se produce después de la muerte, el 28 de octubre pasado, en el Hospital Universitario de Galway, de Savita Halappanavar, una mujer india de 31 años. Savita, que estaba embarazada de 17 semanas, ingresó porque estaba sufriendo un aborto espontáneo. Éste se complicó con una septicemia —presencia de gérmenes en la sangre, que causa una respuesta inflamatoria sistémica en todo el organismo— que le provocó la muerte. El 14 de noviembre, el periódico The Irish Times hizo público el caso, así como la denuncia del marido de Savita de que los médicos no habían querido poner fin al embarazo hasta que el feto murió, amparándose en las leyes provida del país —que sólo permiten el aborto cuando la vida de la madre está en peligro— y en que Irlanda «es un país católico». La noticia ha suscitado multitud de reacciones pidiendo la liberación del aborto en el país.

Diversas entidades provida del país han criticado que se estén manipulando, a favor del aborto, unos datos que, mientras no hayan concluido las investigaciones en curso, siguen siendo muy parciales. Denuncian también que esto forma parte de una campaña orquestada por entidades proabortistas. Una de ellas —aseguran—, la Irish Choice Network, ya estaba movilizando a sus seguidores tres días antes de que los hechos se hicieran públicos. Además, la noticia la firmó la hija de un conocido proabortista. A pesar de que Irlanda es un objetivo preferente del lobby abortista, su tasa de mortalidad materna en 2010 fue de 6 muertes por cada 100.000 niños nacidos vivos, la misma que en España, y la mitad que en el vecino Reino Unido, donde el aborto está generalizado.