Notre Dame recupera su esplendor: las mejores imágenes

Notre Dame recupera su esplendor: las mejores imágenes

La catedral de París mostrará de nuevo «la deslumbrante belleza de las artes, depositada a lo largo de los siglos a los pies de la Virgen María por generaciones de creyentes», resalta el arzobispo

María Martínez López
Vista general del templo desde una de las galerías
Vista general del templo desde una de las galerías. Foto: AFP / Christophe Petit Tesson.

«Cientos de miles de personas creyeron y se comprometieron con esta apuesta que parecía imposible de mantener: restaurar la catedral y restaurar su esplendor en un plazo sin precedentes de cinco años, fijado por el presidente de la república». El arzobispo de París, Laurent Ulrich, celebraba recientemente con estas palabras la reapertura de la catedral de Notre Dame, que tendrá lugar este fin de semana.

Este sábado tendrá lugar la celebración de reapertura, y el domingo la Misa inaugural con la consagración del altar mayor. Ambos contarán con la presencia del presidente galo, Emmanuel Macron. Además, hasta el 8 de junio, solemnidad de Pentecostés, pero especialmente la primera semana, se prolongará el programa de actos especiales y celebraciones.

2.000 artesanos de 250 empresas han llevado a cabo esta ímproba tarea en poco más de un lustro desde aquel 15 de abril de 2019. Ello ha sido posible gracias a los donativos de 340.000 mecenas de más de 50 países, que han cubierto el coste de 700 millones de euros. Se espera que a partir de ahora Notre Dame reciba a unos 15 millones de visitantes al año, frente a los en torno a 13 millones de los últimos años que estuvo abierta.

En sus palabras, Ulrich subrayaba asimismo «la deslumbrante belleza de las artes, depositada a lo largo de los siglos a los pies de la Virgen María por generaciones de creyentes». Así queda de manifiesto en las imágenes de la restauración que se han dado a conocer en los últimos días.

El arzobispo de París subrayaba su deseo de que esta reapertura sirva para crear comunión. «A esto es precisamente a lo que nos llama Nuestra Señora: la emoción y la efusión global de generosidad en la noche del incendio nos obligan. Como un espejo de lo que pasó esa noche, donde creyentes y no creyentes compartimos el mismo dolor y la misma esperanza, es la misma alegría que queremos vivir y compartir con la mayor cantidad de personas posible en los próximos días».

Notre Dame es, para los católicos, «casa de Dios y signo de su presencia amando en medio del mundo; símbolo de la unidad de la Iglesia; lugar privilegiado de acción misionero, comunión y servicio; espacio de sacralidad y belleza que dice algo de la misma belleza y bondad de Dios». Por ello, «también somos felices de que, rica en su historia, pueda asumir un significado especial en el corazón de cada persona. Ella es en verdad Nuestra Señora de toda la humanidad».