No es verdad 805 - Alfa y Omega

Ha habido esta semana titulares en los periódicos que son como puñetazos en los ojos: Uno de cada cinco españoles vive por debajo del umbral de la pobreza. ¡Uno de cada cinco! Y cuando quien tiene dinero decide darlo para ayudar a los necesitados, hay miserables —como dice Montoro en la viñeta que ilustra este comentario— que lo critican. Al mismo tiempo, lee uno que España ha dejado de pagar al fondo ONU-Mujeres, que fue el que fichó a aquella lumbrera llamada Aído como asesora ejecutiva, con un sueldo superior a los 10.000 euros mensuales. El Gobierno cree que los 178 millones de euros que dio el Gobierno socialista a ese fondo son suficientes. ¿Sólo suficientes? ¿O fueron también una vergüenza y una provocación intolerable? Al mismo tiempo, también Hacienda está investigando a determinadas Fundaciones de carácter social en las que ha encontrado yates y aviones socialísimos.

Comentaba yo ayer mismo lo de Cataluña con una persona muy bien informada, que me dijo: «Eso se arregla con dinero». Lo triste es que es verdad, pero ¿hasta cuándo se arregla? ¿Hasta que necesiten más dinero, a causa de la mala gestión y del despilfarro y vuelvan a pedirlo al Gobierno de España, de la que quieren separarse? Acabo de escuchar, en un programa de televisión, al caudillito catalán Mas, que dice: «Si el Estado español no es nuestro aliado —y no lo es—, haremos nuestro propio Estado». Oiga, pero si el Estado español es usted. ¿O es que todavía no se ha enterado? Igual que el lehendakari en Vascongadas, o que Griñán en Andalucía, el Presidente de la Generalidad es el máximo representante del Estado en aquel territorio español. ¿No lo sabe, o no lo quiere saber? ¿Tiene o no tiene sentido, por tanto, que el ministro de Justicia recuerde que el artículo 155 de la Constitución permite suspender a políticos que actúen contra la Constitución? Pero, ¿para cuándo esa suspensión?; ¿para después de los hechos consumados de unas elecciones convocadas a mitad de la legislatura para tapar las incompetencias de gestión y los abusos y despilfarros del dinero recibido de todos los españoles? Resulta que en Cataluña no hay ni para pagar lo que se les debe a las Farmacias, pero con la mitad de lo que se gastan en las llamadas embajadas inútiles, o con la mitad de los millones que les dan a los medios de comunicación para que les bailen el agua en no sé cuántos canales de televisión, etc., habría más que suficiente para pagar las deudas a todos los farmacéuticos. Pero es de esperar que los farmacéuticos voten a los responsables de lo que les está ocurriendo… Ha estado muy bien eso que ha dicho el señor Aznar de que «Cataluña no podrá permanecer unida si no permanece española», pero algo tan obvio quizá es menos práctico que esto otro que yo acabo de decir sobre los farmacéuticos y las embajadas catalanas. Una vez le preguntaron a aquel gran escritor catalán que fue Pla, si él creía que alguna vez Cataluña se separaría del resto de España, y contestó sonriente: «Nooo; no olvide usted que Cataluña es la tienda de España». ¡Claro, claro! La pela es la pela y, si no, que se lo pregunten a Mas, a quien lo único que le interesa de verdad es ganar como sea las próximas elecciones, a lo que están dispuestos a colaborar, increíblemente, toda una serie de gentes principales del cotarro catalán, sólo que menos linces y menos aprovechados que el caudillito… Completo mi cita de la semana pasada sobre la intervención de Ortega y Gasset, en el Congreso de los Diputados, el 13 de mayo de 1932. Hablaba del «anhelo de vivir aparte», y sentenciaba: «Un pueblo que es problema para sí mismo tiene que ser, a veces, fatigoso para los demás. Frente a ese sentimiento de una Cataluña que no se siente española, existe el otro sentimiento de todos los demás españoles que sienten a Cataluña como un ingrediente y trozo esencial de España. Si el sentimiento de los unos es respetable, no lo es menos el de los otros». Y concluía: «Yo creo que debemos renunciar a la pretensión de curar radicalmente lo incurable».

Otro día hablaremos de esa ignominia para las víctimas del terrorismo etarra que es Bolinaga, y de los otros treinta y tantos asesinos etarras diez años ya excarcelados en estado terminal.