Macron repara vínculos con la Iglesia con su visita al Papa - Alfa y Omega

Macron repara vínculos con la Iglesia con su visita al Papa

Redacción

La visita del presidente francés Emmanuel Macron a Roma este martes bien se puede interpretar como un paso para, tal como dijo a los obispos en abril, «reparar» el «deteriorado vínculo» entre la Iglesia y el Estado.

Francisco recibió a Macron en la sala del Tronetto, la antesala de la Biblioteca, donde se producen las reuniones privadas, con una gran sonrisa y diciéndole «bienvenido», recibimiento que el presidente francés agradeció. Luego, frente a frente, el Papa aguardó la salida de los periodistas para comenzar la reunión y solo se escuchó que presentaba al monseñor que haría de interpreté explicando que había estado muchos años en África. Macron había llegado al Vaticano recorriendo la avenida de la Conciliazione con un convoy de unos 30 coches, entre vehículos oficiales y de las fuerzas de seguridad e incluso una ambulancia. A su llegada al patio de San Dámaso fue recibido por el prefecto de la Casa Pontificia, monseñor George Gaenswein, quien le acompañó junto con la delegación a los apartamentos pontificios recorriendo algunas salas del palacio apostólico. Macron llegó acompañado de su esposa, Brigitte, el ministro del Interior, Gérard Collomb, y el titular para Europa y de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, entre otros.

En el intercambio de regalos, Macron entregó a Francisco una antigua edición del libro Diario de un cura rural de Georges Bernanos, mientras que el pontífice le regaló el medallón que representa a San Martín de Tours, patrón de Buenos Aires y que dio su manto a los pobres. Un símbolo del amor hacia los más desfavorecidos y un presente que suele entregar a muchos mandatarios en las audiencias privadas, así como los documentos que ha escrito.

Después del encuentro, Macron mantuvo una reunión con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, y con el secretario para las Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher. Antes, tuvo un desayuno de trabajo con los dirigentes de la asociación católica Comunidad de Sant’Egidio, muy comprometida con los inmigrantes, los más desfavorecidos y en la resolución de conflictos.

Por la tarde, Macron será nombrado canónigo de honor de la basílica del Papa. Esta distinción está reservada a los jefes de Estado franceses y al aceptarla, Macron marcaba distancias con su predecesor François Hollande, que al igual que François Mitterand y Georges Pompidou la rechazó en su día.