Al Papa no le gusta viajar, pero medio planeta se rifa su presencia. El único compromiso heredado de su predecesor es la Jornada Mundial de la Juventud, del 23 al 28 de julio, en Brasil. El Papa confirmó, desde el primer momento, que los planes se mantienen. El arzobispo de Río de Janeiro entregó, la pasada semana, una propuesta de programa al Pontífice, que hará también una breve visita el santuario mariano de Aparecida, donde se celebró, en 2007, la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, un hito en el lanzamiento de la nueva evangelización en el continente.
Se espera que el Papa aproveche para visitar otros países de la región. Al menos, eso le pidieron numerosos dirigentes y obispos de Iberoamérica, que asistieron a la Misa de inauguración del pontificado. Colombia se considera uno de los destinos más probables, pero el Santo Padre tampoco ha dicho No a México o a Chile. El cardenal Rodríguez Maradiaga, de Tegucigalpa, ha sugerido que el periplo comience en Panamá, y que, desde ahí, el Papa baje hasta Brasil, naturalmente con parada en Honduras…
Lo que sí ha descartado el Papa es un viaje a Argentina antes de las elecciones legislativas del 27 de octubre, según ha revelado el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Arancedo. Se quiere así evitar cualquier posible sospecha de interferencia. Pero esto implicaría una segunda visita a Sudamérica en un futuro próximo, ya que Francisco ha dejado claro que quiere visitar su patria en cuanto sea posible.
Tierra Santa y Oriente Medio
En cuanto a 2014, el gran viaje del año podría ser a Tierra Santa. El Patriarca ortodoxo de Constantinopla ha propuesto al Papa una visita conjunta a los Santos Lugares, para celebrar el 50 aniversario del histórico abrazo entre Pablo VI y el Patriarca Atenágoras, un hito en el diálogo ecuménico.
Otra petición que el Pontífice ha dicho que va a intentar satisfacer es la del nuevo Patriarca caldeo, con sede en Bagdad. Luis Raphael I Sako quiere que el Papa visite a la probada población cristiana de Irak. De este modo, seguiría las huellas del viaje de san Francisco de Asís en Oriente. Ocho siglos después, sus hijos espirituales siguen sembrando paz en esta convulsa región, y el Papa, con la elección de su nombre, se ha convertido, por adopción, en uno de ellos. El Santo Padre recibió, la semana pasada, en audiencia, al Patriarca Sako, y, según el relato de éste, quedó muy conmovido por las historias de martirio y persecución que escuchó. Al final, ambos rezaron el padrenuestro y el Avemaría por Irak.
La elección del cardenal Bergoglio ha suscitado gran esperanza en las Iglesias católicas orientales, que saben que el nuevo Papa es muy sensible a su situación. En Argentina, ha sido Ordinario para los fieles de rito oriental, y otro dato que se valora es que procede del hemisferio sur, de una región marcada por problemas similares a los que padece el mundo árabe, como la pobreza, la desigualdad y, hasta no hace mucho, una casi endémica inestabilidad política. También se destaca su capacidad y predisposición al diálogo con el Islam y el judaísmo.
¿Cracovia y España en 2015?
Algunos hacen planes ya para el Papa Francisco en 2015… En Polonia, la prensa da por seguro un viaje del Papa a Cracovia, hipotética sede de la JMJ siguiente a Río, a pesar de que, por el momento, la ciudad es sólo candidata a albergar ese encuentro, aunque sea una buena candidata… El año 2015 podría deparar también un viaje del Papa a España. Es cierto que las tres visitas de Benedicto XVI hacen que otros tengan que ser ahora los destinos prioritarios, pero el V centenario del nacimiento de santa Teresa podría ser una magnífica ocasión. También se habla de una posible participación del Papa en el Encuentro Mundial de las Familias 2015, en Filadelfia (EE. UU.)
No se detienen ahí las previsiones. En 2016, año en que el Papa cumplirá los 80 años, el cardenal Luis Antonio Tagle ha dicho que espera recibirle en Filipinas… Benedicto XVI viajó dos veces a África y otras dos a Iberoamérica, pero en Asia sólo llegó hasta Turquía, Líbano y Tierra Santa, y muchos esperan que el nuevo pontificado ponga a este gran continente entre sus máximas prioridades.