Los obispos piden que no se derogue el Obamacare sin garantizar el acceso sanitario a millones de estadounidenses
«Reconocemos que la ley ha logrado importantes beneficios en cobertura sanitaria, que deben ser protegidos»
A pocas horas de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos se expresa sobre uno de los caballos de batalla del nuevo presidente: la abolición del Obamacare, la reforma sanitaria que impulsó su predecesor y que fue tan criticada por los Republicanos. Ayer, el obispo de Venice, monseñor Frank J. Dewane (que es presidente del Comité para la justicia interna y el desarrollo humano del episcopado nacional) envió una carta a todos los miembros de la Cámara y del Senado sobre el tema específico de la reforma sanitaria.
Desde la semana pasada, de hecho, el Congreso aprobó una primera resolución que compromete a las comisiones competentes de la Cámara y del Senado a redactar, antes del 27 de enero, una propuesta de ley para la abrogación de la Affordable Care Acto, la ley que impulsó Obama y que entró en vigor en 2014. Una medida que permitió aumentar la cobertura sanitaria para 20 millones de ciudadanos estadounidenses, pero que ha sido duramente criticada porque han aumentado los costos de las pólizas de seguros. En la carta, Dewane hace un llamado a todos los parlamentarios para que se comprometan en la protección «de los estadounidenses más vulnerables» y para mantener «los importantes pasos que se han dado en materia de cobertura y acceso a las curas sanitarias».
Hay que recordar que la Conferencia Episcopal de Estados Unidos criticó el las partes del Obamacare relacionadas con el aborto y los anticonceptivos, enarbolando el tema de la libertad de conciencia para las instituciones sanitarias católicas. Justamente estas críticas fueron uno de los factores que llevaron a muchos electores católicos a votar por Trump en las elecciones de noviembre del año pasado. En la carta, Dewane confirma este juicio, pero añade que, como sea, la ley «ha producido importantes pasos en términos de cobertura sanitaria, que deben ser defendidos». Y recordó que otro de los puntos que criticaba la Conferencia Episcopal eran justamente las «garantías insuficientes para el acceso de los inmigrantes al sistema sanitario».
«Los obispos de Estados Unidos examinarán en los próximos días las propuestas sobre la salud con gran atención y desde todos los puntos de vista –continúa la carta–. Pero queremos subrayar ya desde ahora que una abolición de los puntos fundamentales de la Affordable Care Acto no deberá verificarse sin la contemporánea aprobación de un plan sustitutivo que garantice el acceso a curas sanitarias adecuadas para todos esos millones de ciudadanos que ahora cuentan con este instrumento para tutelar su salud. De lo contrario, para todos los que se verían obligados a utilizar sus recursos limitados para satisfacer exigencias esenciales como la comida, la vivienda o garantizarse una asistencia sanitaria, la introducción de una gran incertidumbre en este momento resultaría particularmente devastadora».
«Estamos convencidos del ideal de una asistencia sanitaria universal y sostenible –concluyó Dewane– y de la posibilidad de perseguirlo incluyendo la protección de la vida, la libertad de conciencia y a los inmigrantes».
Giorgio Bernardelli / Vatican Insider