Los obispos lamentan la «ausencia de diálogo» político
Hacia una cultura del encuentro fue el lema del Curso de Formación en Doctrina Social de la Fundación Pablo VI
Falta «desde hace demasiado tiempo» un Gobierno estable en España, lamentaba el pasado jueves el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Ricardo Blázquez, durante la Misa en la festividad de la patrona de Valladolid, Nuestra Señora de San Lorenzo. Blázquez pedía a los partidos que antepongan «el bien común» por encima de sus intereses y les reprochó la «ausencia de diálogo y acuerdos».
En línea similar, el arzobispo de Toledo afirmaba en su última carta semanal que los políticos españoles «han defraudado» a la ciudadanía porque «siguen encerrados en sus ideologías y personalismos». «Ya hemos entrado en septiembre, donde tantas cosas empiezan de nuevo, y por el contrario, otras realidades de la vida diaria parecen que permanecen inalteradas. He ahí la situación política y social de nuestra España. Sin Gobierno, con tantos ámbitos y problemas que requieren alguna solución», añadía monseñor Braulio Rodríguez.
La situación política y social ha marcado también el Curso de Formación en Doctrina Social de la Iglesia que, organizado por la Comisión Episcopal de Pastoral Social, se ha celebrado en la Fundación Pablo VI, en Madrid, del 12 al 14 de septiembre, con el lema Hacia una cultura del encuentro. El arzobispo de Barcelona y presidente de la Comisión de Pastoral Social, Juan José Omella, pedía en la inauguración desterrar «el sectarismo y la confrontación», y abogaba por la construcción de «una sociedad en paz, en libertad y para todos». El prelado lanzó además un llamamiento a acoger a los inmigrantes procedentes de otras culturas y religiones, y pidió a los católicos poner en valor la doctrina social de la Iglesia como «parte de la evangelización». El problema son «los bandazos: o nos vamos mucho a la oración o nos vamos mucho a lo social», en lugar de integrar de forma armónica todas las dimensiones de la fe.
Fernando Fuentes, director del Secretariado de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal, destacó que una de las claves de este curso consiste en animar a la participación de los católicos en la vida pública. En la conferencia inaugural, el rector de la Universidad Pontificia de Comillas, Julio Martínez, sostuvo que esa participación de los cristianos debe tener como elemento nuclear «hacer, independientemente de las opciones a las que nos adscribamos, una intensa labor de pacificación, reconciliación e incansable promoción del encuentro, el diálogo y a colaborar en el discernimiento público», desde un «pluralismo» que «es también una realidad intraeclesial» y que exige, a su vez, diálogo interno. «¿Cómo nos relacionamos entre los que pertenecemos a distantes tradiciones o a grupos diversos», se preguntó. «¿Quién habla por la Iglesia y cómo se percibe su voz pública?».