Los obispos: «El problema más grave no es económico ni político, sino la salud espiritual» - Alfa y Omega

Los obispos: «El problema más grave no es económico ni político, sino la salud espiritual»

Reconocen que la cultura actual ya no está «inspirada en la fe cristiana» y recalcan la necesidad volver a anunciar el Evangelio

Redacción
Ultima reunión de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal. Foto: CEE

La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha publicado este martes sus orientaciones pastorales y líneas de acción para los próximos cinco años –titulado Fieles al envío misionero– y que ofrece a las diócesis como base para sus planes pastorales. Un documento en el que hace, además, un profundo análisis de la realidad social, política y eclesial de España y en el que constata que «el problema más grave no es económico ni político, sino la salud espiritual».

«Qué importante es que los creyentes demos testimonio de una confianza que vence a los miedos, de esperanza y de caridad fraterna. Aparecen vacunas y tratamientos para la enfermedad, pero urge una gran renovación espiritual, cultural y política», se recoge en el texto.

Los obispos se refieren a los católicos que dicen serlo, pero apenas participan en las celebraciones, o a aquellos que afirman creer en Dios, pero no pertenecer a la Iglesia, al tiempo que reconocen que la vida comunitaria organizada y el compromiso son pequeños.

Tiene un impacto grande en esta situación la cultura actual, que «ya no es una cultura inspirada en la fe cristiana». De hecho, afirman que para muchas personas «las verdades cristianas son ahora incomprensibles y las normas morales que brotan del Evangelio se han vuelto inaceptables». Una dificultad que aparece incluso en ambientes eclesiales –catequesis, parroquias, colegios…–, pues «las verdades que intentamos transmitir son de difícil comprensión y la propuesta moral muy difícil de aceptar». «Esto conlleva un profundo desafío cultural», agregan.

Al ambiente secularizado se suma, según los obispos, la mundanidad dentro de la propia Iglesia, muy criticada por el Papa Francisco. Y en este sentido, citan «los graves casos de abusos u otros comportamientos inadecuados, así como con la insistencia en asuntos patrimoniales como inmatriculaciones, IBI, etcétera». Hechos que «contribuyen a la pérdida de confianza en muchas personas».

Las leyes del Gobierno, «un proyecto de deconstrucción»

A nivel político, señalan que el crecimiento de los enfrentamientos parece advertir «un resurgir artificial de las dos Españas de tan dramático recuerdo». «Abonan esta situación las iniciativas legislativas del Gobierno de coalición sobre la educación, la eutanasia, el aborto, la memoria democrática, el Consejo General del Poder Judicial, que van en la línea del proyecto de deconstrucción», agregan.

En este sentido, reconocen que la puesta en cuestión de la Constitución, la monarquía o el poder judicial, unido a las tensiones independentistas, «llenan de preocupación e incertidumbre a la sociedad española» en medio de una «inédita crisis económica».

Prioridades

Realizado el análisis, los obispos plantean una serie de prioridades a la hora de actuar: el primer anuncio, los itinerarios de iniciación cristiana, la propuesta de la vida como vocación, la presencia en la vida pública, el testimonio de una Iglesia acogedora y samaritana, el acompañamiento integral o la organización de las Iglesias particulares al servicio del pueblo de Dios.

En este sentido, proponen la creación de nuevas estructuras como un Centro Nacional de Vocaciones o la renovación del Directorio de Pastoral Familiar de acuerdo con Amoris laetitia. También la aplicación y el desarrollo de la exhortación papal Christus vivit, el plan de formación sacerdotal o el Directorio de Catequesis, así como la participación en el próximo Sínodo.