Lorca hecho danza - Alfa y Omega

Pocas veces me ha sobrecogido así una danza. No soy especialmente fanática, me gusta buscar la metáfora pero me distraigo fácilmente. Hasta el sábado pasado. La Compañía Antonio Najarro ofrece en el Teatro Español el ballet más emocionante al que he asistido en mi vida. Cinco cuadros sobre varios poemas de Federico García Lorca, con música y canto en directo acompañando a los bailarines y, hay que decirlo, el stendhalazo que tanto se estila ahora expresar. Pero vaya, total. Junto al Romance sonámbulo en el corazón de la muestra, los bailarines transitan por los versos de juventud del poeta desde el Libro de poemas hasta los del Diván del Tamarit. En el contexto, su Granada querida y las tres culturas que conformaron a Lorca: la cristiana, la judía, la árabe, estilos que ayudan a la coreografía a desplegar un maremágnum de potencia y diversidad. Solo está en Madrid, de momento, hasta el 20 de abril, pero animo encarecidamente a comprar ya las entradas, porque se levantarán con todo el público enfervorizado. Porque se sentirán orgullosos de nuestras raíces. Porque entenderán en un movimiento corporal la duda y el duelo del alma de un hombre. Porque verán belleza.