León XIV exhorta a los movimientos a cultivar la unidad con los pastores y otras realidades
En su encuentro con los representantes de las asociaciones de fieles y otras comunidades laicales les ha pedido mantener «siempre vivo» el espíritu misionero aprovechando los talentos de sus miembros
El Papa León XIV cuenta con los movimientos, asociaciones de fieles y nuevas comunidades para llevar adelante las dos facetas clave de su ministerio: la promoción de la unidad en la Iglesia y la misión. «Son dos pilares de la vida de la Iglesia, y dos prioridades en el ministerio petrino. Por lo tanto, invito a todas las asociaciones y movimientos eclesiales a colaborar fiel y generosamente con el Papa, especialmente en estos dos ámbitos», ha subrayado en su discurso al recibir en la mañana de este viernes a los responsables de 115 realidades reconocidas o erigidas por la Santa Sede, presentes en Roma para el Jubileo dedicado a ellos este fin de semana, solemnidad de Pentecostés.
La unidad, ha explicado el Santo Padre, «tiene su fundamento en Cristo». En las distintas realidades de la Iglesia se vive esta unidad, que es la «que el Espíritu Santo crea en la Iglesia». En este sentido, ha remarcado que «la vida cristiana no se vive en aislamiento, como si fuera una aventura intelectual o sentimental, confinada en nuestra mente y en nuestro corazón. Se vive con los demás, en un grupo, en una comunidad, porque Cristo resucitado se hace presente entre los discípulos reunidos en su nombre».
Pero esta unidad se ha de vivir asimismo «en la comunión con los pastores». También «en la proximidad con otras realidades» para que «sus carismas permanezcan siempre al servicio de la unidad de la Iglesia y sean ellos mismos levadura de unidad, de comunión y de fraternidad en el mundo tan desgarrado por la discordia y la violencia».
Carismas y jerarquía
En línea con la idea de la comunión con los pastores, León XIV ha citado la carta de la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe en 2016, Iuvenescit Ecclesia, sobre la relación entre jerarquía y dones carismáticos. Ha recordado que «la jerarquía eclesiástica y el sacramento del Orden existen para que permanezca siempre viva entre los fieles “la ofrenda objetiva de la gracia” por los sacramentos, el anuncio de la Palabra y la atención pastoral.
Por su parte, los carismas «son distribuidos libremente por el Espíritu Santo para que la gracia sacramental dé fruto en la vida cristiana de manera diversificada y en todos sus niveles». Así, «la institución existe para que siempre se ofrezca la gracia» y los carismas son «suscitados» por Dios «para que esta gracia sea acogida y dé fruto».
En cuanto al otro ámbito en el que les ha pedido colaboración a las realidades eclesiales, la misión, el Santo Padre las ha exhortado a mantener «siempre vivo entre ustedes este impulso misionero». Ha subrayado que en ellas «hay personas generosas, bien formadas, con experiencia en el campo». Su aportación puede ser muy fecunda «permaneciendo atentos a la realidad actual con sus nuevos desafíos». Esto se puede hacer en los lugares de primera evangelización pero también en las parroquias y estructuras locales.