La verdadera grandeza y el servicio
¿Dónde pongo mis ilusiones y esperanzas?, ¿cómo miro y cómo trato a quienes tengo a mi alrededor?
«¿Quieres sobresalir? Sirve». Así de claro se mostró el Papa Francisco en el ángelus del pasado domingo, 19 de septiembre, al hilo del pasaje del Evangelio en el que, de camino a Jerusalén, los discípulos de Jesús discutían sobre quién «era el más grande entre ellos». El Señor —según relató— les respondió que «si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos» y, de esa forma, dijo alto y claro que el valor y la grandeza de una persona no dependen «del papel que desempeña, del éxito que tiene, del trabajo que hace, del dinero que tiene en el banco», sino que «se miden por el servicio».
En una sociedad como la actual, en la que se alaba constantemente el éxito individual y tantas veces se anteponen los intereses egoístas a los del prójimo, el Pontífice animó a recorrer el camino trazado por el mismo Jesús, aunque a veces cueste «porque sabe a cruz», y destacó que, «a medida que crecemos en el cuidado y la disponibilidad hacia los demás, nos volvemos más libres por dentro». «Cuanto más servimos, más sentimos la presencia de Dios –agregó tajante–. Sobre todo cuando servimos a los que no tienen nada que devolvernos, los pobres, abrazando sus dificultades y necesidades con la tierna compasión: y ahí descubrimos que a su vez somos amados y abrazados por Dios».
En este número de Alfa y Omega hay varias historias de personas que, en tareas como la acogida a migrantes y refugiados, la atención a víctimas de trata o la pastoral penitenciaria, sobresalen por su servicio a los hermanos más pequeños, muchas veces descartados por la sociedad. Sería reduccionista pensar que hay que dejarlo todo para imitarlos, pero sí conviene plantearse cómo ayudarlos –cada uno en la medida de sus posibilidades–, maravillarse con su actitud y, sobre todo, ver cómo llevarla a las propias batallas del día a día. Cada uno debería plantearse: ¿dónde pongo mis ilusiones y esperanzas?, ¿cómo miro y cómo trato a quienes tengo a mi alrededor?