La LOMCE no cumple los Acuerdos Iglesia-Estado

A pesar de que una de las consignas de la oposición para criticar la futura Ley de Mejora de la Calidad de la Enseñanza, LOMCE, es asegurar que es la ley de los obispos, la realidad es muy distinta. Después de dos años, tres borradores, numerosas reuniones con las asociaciones educativas, y de pasar por las Comisiones de Educación del Congreso y del Senado, la futura ley de enseñanza no cumplirá los Acuerdos Iglesia-Estado en materia de la enseñanza de la Religión, pues la asignatura no será de oferta obligada en Bachillerato. Es decir, que los centros podrán ni siquiera ofrecerla a los alumnos, a pesar de que éstos quieran cursarla. La medida, que responde a lo que el PSOE exigía para el resto de los tramos escolares y es contraria a lo que, en un principio, había propuesto el PP en su programa electoral, se llevará a cabo a pesar, incluso, de que el propio Grupo Popular en el Senado, a instancias de don Luis Peral –una de las voces populares más autorizadas en el sector educativo– presentó una enmienda al texto de la ley, para que garantizase que los centros tuviesen que ofertar obligatoriamente la asignatura, aunque, como en Primaria y Secundaria, dependiese de la libre elección del alumno el cursarla o no. La enmienda del PP fue rechazada por el Gobierno, para sorpresa del propio Grupo, y finalmente, la clase de Religión confesional (católica, protestante, judía o musulmana) sólo se ofertará de forma obligatoria en Primaria y Secundaria, pero no en Bachiller. En este tramo, Religión confesional estará dentro de una lista de 13 asignaturas, de las cuales, los centros sólo tendrán que ofrecer entre 3 y 5.

Así, como reconoció el ministro de Educación, don José Ignacio Wert, en una entrevista, el pasado lunes, en la Cadena COPE, «hay una discrepancia (entre el criterio del Gobierno) y el criterio, que yo respeto absolutamente, de la Conferencia Episcopal, que entiende que los Acuerdos obligan a que la oferta de la Religión sea obligatoria en Bachillerato», pues, desde el Ministerio «nuestra interpretación se basa en que el sistema educativo, respecto al que había en 1979, que es cuando se firmaron los Acuerdos, hace que las equivalencias no se puedan aplicar automáticamente». Así, como en 1979, el Bachillerato concluía a los 16 años, y ahora a esa edad es cuando se termina la Secundaria, el Gobierno del PP considera que puede reinterpretarse lo que dice el tratado suscrito con la Santa Sede. El ministro Wert también aseguró que «hay una Comisión mixta Iglesia-Estado para resolver estas cuestiones, pero, como saben los representantes de la Conferencia Episcopal, la actitud del Gobierno es siempre abierta al diálogo y veremos los acuerdos que se pueden alcanzar», aunque no explicó por qué el Ministerio no ha convocado esa Comisión –a pesar de las peticiones de la Conferencia Episcopal–, antes de presentar la LOMCE en el Congreso, o antes de echar por tierra la enmienda del PP en el Senado. Pues, como recordó el Secretario General de la Conferencia Episcopal, y obispo auxiliar de Madrid, monseñor Martínez Camino, «los Acuerdos dicen que la asignatura de Religión ha de ofertarse en Infantil, Primaria, Secundaria y en Bachillerato» y, «si no se mejora en este punto, tendremos que decir que esta ley no cumple los Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado español».