La ley no debe exigir lo que la conciencia prohíbe - Alfa y Omega

La ley no debe exigir lo que la conciencia prohíbe

María Martínez López

Ayer comenzó en Atlanta (Georgia) la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, con un asunto destacado en la agenda: la defensa de la libertad religiosa. A los obispos les preocupa el mandato de la Administración Obama que obligará a que todas las entidades contraten, para sus empleados, seguros médicos con prestaciones como preservativos, la esterilización o sustancias abortivas. Monseñor William Lori, presidente del comité ad hoc sobre Libertad Religiosa recientemente creado por la Conferencia, ha informado a los obispos sobre las demandas presentadas por entidades católicas contra este mandato. Pero no sólo la reforma sanitaria amenaza la libertad religiosa. Los obispos exigen poder atender a inmigrantes ilegales, contra lo que prohíben algunos estados, y denuncian que las agencias de adopción católicas tengan que cerrar, si se niegan a entregar niños en adopción a parejas homosexuales, en estados que han equiparado estas uniones al matrimonio. Por estas y otras razones, han convocado, en todo el país, una Quincena por la libertad, del 21 de junio —víspera de la fiesta de Santo Tomás Moro— al 4 de julio, Día de la Independencia.

Los últimos acontecimientos hacen prever que la iniciativa tendrá respaldo. El viernes, por segunda vez en menos de tres meses, decenas de miles de personas salieron a la calle de muchas ciudades para protestar contra la reforma sanitaria. La fecha elegida, 8 de junio, pretendía subrayar el papel fundamental que tiene la libertad religiosa en la democracia estadounidense: era el aniversario de la introducción de las diez primeras enmiendas a la Constitución. La primera defiende la libertad religiosa, que es más que libertad de culto. Como afirman en un documento los obispos, «ser católico y norteamericano debería significar no tener que elegir entro lo uno o lo otro».