La Iglesia promueve la reconciliación en Irak
Siendo arzobispo de Kirkuk, monseñor Sako se empeñó a fondo en la promoción de la paz en Irak. Como nuevo Patriarca de Babilonia de los caldeos, una de sus primeras acciones ha sido convocar a los líderes de las comunidades cristianas del país, para redactar y presentar al Gobierno un plan para relanzar el diálogo y la reconciliación nacional, diez años después de la invasión del país. Se anima a los principales actores políticos a asumir compromisos básicos, como «no permitir que la intervención extranjera en la política interna», o la renuncia a utilizar la prensa para amenazar a los adversarios. «Usted —dijo el Patriarca al Primer Ministro, Nuri al-Maliki, al entregarle el documento— es el más grande entre nosotros en cuanto a la responsabilidad, debe tomar la iniciativa para la reconciliación como haría un padre». Pero el Patriarca también lanzó un mensaje a los propios cristianos: «Aquí y allá persiste una mentalidad tribal —lamentó en declaraciones a la agencia Fides—. De esta manera se apaga el cristianismo».