La Iglesia española se presenta al Papa - Alfa y Omega

La Iglesia española se presenta al Papa

Un primer grupo de obispos viaja a Roma para realizar la visita ad limina. «Voy con la expectativa de poder recibir luz», dice el obispo de León

Fran Otero
Los obispos españoles en visita ‘ad limina’ con Francisco en 2014. Foto: CEE

Los obispos españoles comienzan este lunes, 13 de diciembre, su visita ad limina apostolorum siete años después de la última, también con el Papa Francisco. Lo harán en cuatro grupos, uno en diciembre —integrado por los 24 obispos de las provincias eclesiásticas de Santiago, Oviedo, Burgos, Pamplona y Tudela y Zaragoza— y el resto en enero. Cada una de ellas durará una semana, incluirá un encuentro con el Pontífice y visitas a departamentos vaticanos.

Aunque la institucionalizó el Papa Sixto V en 1585, la visita ad limina ya contaba con un largo recorrido. Incluso antes del siglo IV, fecha en la que se refiere su existencia, pues era costumbre arraigada la peregrinación a Roma para visitar la tumba de los apóstoles. Hay quien considera que el primer antecedente fueron las dos subidas de san Pablo a Jerusalén para conocer a Pedro, relatadas en la epístola a los gálatas.

En la actualidad, este instrumento aparece en el Código de Derecho Canónico en el capítulo sobre los obispos, donde se puede leer, en los cánones 399 y 400, que cada cinco años el obispo diocesano «debe presentar al Romano Pontífice una relación sobre la situación de su diócesis» e ir a Roma para venerar los sepulcros de los apóstoles Pedro y Pablo y presentarse al Papa. La última regulación data de 1975, durante el pontificado de Pablo VI, cuando se aprobó el decreto Ad Romanam Ecclesiam, donde ser recalca la contribución a la unidad y la comunión de esta herramienta. El propio Pablo VI recordó en varios discursos que no es un simple trámite burocrático, mientras que Juan Pablo II intensificó la discusión sobre distintos problemas, pastorales y orientaciones, tal y como se explica en el Directorio para la visita ad limina de la Congregación para los Obispos.

El arzobispo de Pamplona y Tudela, Francisco Pérez, es ya un experto en este tipo de visitas. La de la semana próxima será la cuarta. Participó en dos con Juan Pablo II como obispo de Osma-Soria (1997) y arzobispo castrense (2005), y en otra con Francisco (2014), ya en Pamplona. Los obispos españoles no se encontraron con Benedicto XVI, aunque el hoy Papa emérito viajó a España hasta en tres ocasiones. «Para mí, lo más importante es poder estar con el Papa como Sucesor de Pedro y escuchar sus indicaciones. Hemos hecho un relato de la diócesis y surgirán cuestiones de todo tipo: los sufrimientos de la sociedad, la secularización, la vivencia y la convivencia en las culturas contemporáneas, la misión…», explica a Alfa y Omega.

El obispos de León, Luis Ángel de las Heras, es nuevo en estas lides. Será su primera visita. «Voy con la expectativa de poder recibir luz y que esto sirva para la Iglesia diocesana. Me ilusiona el poder ir, conocer y escuchar lo que tengan que decirnos sobre la diócesis o la Iglesia en España. Me parece positivo que nos ayuden, iluminen e, incluso, corrijan», explica a este semanario. Añade, además, que este encuentro se enmarca en la comunión con el Papa y con los apóstoles.

Aunque el derecho no obliga a presentar el informe preceptivo —todas las diócesis tienen que entregarlo antes de la visita— por llevar menos de dos años en la diócesis, De las Heras ha enviado a la Santa Sede un texto en el que se incluye, además, la última reforma estructural que ha impulsado en León, donde se refuerza el trabajo en equipo y la coordinación, así como la participación de la vida consagrada y de los laicos.

En este sentido, y aunque su objetivo es fundamentalmente el de escuchar, el religioso claretiano y presidente de la Comisión Episcopal de Vida Consagrada lleva algunas preocupaciones. Quiere que la vida consagrada trabaje, codo con codo, con obispos y laicos, en las diócesis, y que su presencia en la Conferencia Episcopal no se limite a una comisión, sino que esté presente en todo lo que tenga que ver con el apostolado. También compartirá su inquietud por la cuestión de los abusos: «Tenemos que poner la prioridad en las víctimas. Y ese principio tiene que estar en hechos concretos. Creo que es importante resaltarlo».

Este primer grupo de obispos se verá con el Papa el jueves 16 de diciembre y a lo largo de la semana se irá reuniendo con los dicasterios vaticanos. También se incluirá una visita a la Secretaría del Sínodo de los Obispos y a la Secretaría de Estado. Celebrarán una Eucaristía en cada una de las basílicas pontificias, así como en la capilla del Colegio Español y en la iglesia de Nuestra Señora de Montserrat de los Españoles.

En cuatro grupos

13 al 18 de diciembre
Viajarán 24 obispos de las provincias eclesiásticas de Santiago de Compostela, Oviedo, Burgos, Pamplona y Tudela y Zaragoza.

10 al 15 de enero
Será el turno de los 22 obispos de las provincias eclesiásticas de Tarragona, Barcelona y Valencia.

17 al 22 de enero
Los 18 obispo del sur, que integran las provincias de Granada, Sevilla y Mérida-Badajoz irán a mediados de enero.

24 al 29 de enero
En el último turno participarán 20 obispos de Toledo, Madrid, Valladolid y el Arzobispado Castrense.