La belleza de la fe - Alfa y Omega

El arte es un instrumento privilegiado para conmover al hombre, para despertar sus inquietudes y preguntas últimas, y para expresar, en el caso de las manifestaciones cristianas, su pertenencia a un pueblo, a una tradición que se remonta al siglo I. Por eso, la Delegación episcopal de Cultura de la archidiócesis de Madrid, con motivo del Año de la fe, nos invita a dejarnos acompañar por grandes maestros de la pintura y profundizar en las verdades de fe profesadas en el Credo.

Esta propuesta se concreta en el libro El Credo en imágenes. El arte como manifestación de la fe, coordinado por las profesoras del Grado de Historia del Arte, de la Universidad CEU San Pablo, María Arriola y María Rodríguez, con la colaboración de alumnos de dicha titulación y de la Universidad Complutense. En él, se presenta un estudio monográfico de 17 obras de la colección permanente del Museo del Prado, que nos introducen, a partir de su riqueza iconográfica, en los distintos artículos del Credo. Somos conscientes de que, en su origen, estas pinturas no fueron realizadas para ilustrar el Credo, pero indiscutiblemente afirman los artículos de fe a partir de la religiosidad de sus autores y de la tradición cristiana a la que pertenecen. Además, se observa cómo muchas de ellas fueron creadas al servicio de la liturgia, invitando a los fieles a una verdadera contemplación que, sin embargo, hoy, a menudo, se pierde en las visitas al Museo.

Por eso, por el deseo de comunicar la belleza encontrada, se ha completado esta experiencia escrita con recorridos guiados por los estudiantes del CEU y la Complutense en el propio Museo del Prado, para alumnos de los colegios de Madrid, que no han quedado indiferentes ante la propuesta.

Participar en este proyecto, con sus muchas fatigas y con la certeza de su Presencia, pone una vez más de manifiesto que no hay dualidad entre la fe y la vida, entre la fe y la cultura, entre fe y razón. La unidad de profesores y alumnos en esta iniciativa es signo de que todos, cada uno desde nuestra posición y carismas concretos, caminamos a la Verdad revelada a través de la Belleza.

Fra Angelico, Bouts, El Greco, Tiziano, Velázquez o Zurbarán son algunos de los maestros seleccionados, por la profundidad iconográfica de sus obras. La belleza aparente es exaltada por los significados de símbolos, gestos, vestimentas, arquitecturas…, que se hacen eco de la riqueza literaria de la tradición cristiana. La diversidad de escuelas y artistas y la amplitud cronológica abarcada (desde el primer cuarto del siglo XII hasta el XVIII) hacen patente la variedad de formas y tendencias para expresar la universalidad de la fe.

El mismo mensaje transmitido a los hombres de épocas pasadas se hace actual a nuestros contemporáneos a través de estas pinturas, poniendo de manifiesto que es necesario «descubrir el vínculo profundo entre las verdades que profesamos en el Credo y nuestra existencia cotidiana, a fin de que estas verdades sean verdadera y concretamente luz para los pasos de nuestro vivir» (Benedicto XVI).

María Rodríguez Velasco