Gentes: Juan Manuel de Prada, escritor (en ABC)
Las libertades y derechos de bragueta (adulterio, divorcio, pornografía, anticoncepción, aborto) empezaron siendo agresiones más o menos vergonzantes a la moral, y poco a poco se han ido convirtiendo en aquella religión avizorada por Chesterton, que a la vez que estimula la lujuria prohíbe la fecundidad. Por supuesto, todas estas libertades de bragueta no son sino cortinas de humo aventadas para tener a la gente entretenida, refocilándose en la pocilga, mientras el orden liberal (transmutado en progresismo) se dedica a la única libertad que le interesa, que no es otra sino la de amontonar dinero en unas pocas manos.
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