Hizo sagradas todas las familias - Alfa y Omega

Hizo sagradas todas las familias

Fiesta de la Sagrada Familia / Mateo 2, 13-15. 19-23

Carlos Pérez Laporta
Huida a Egipto. Mosaico. Cúpula del Baptisterio. Florencia, Italia. Foto: María Pazos Carretero.

Evangelio: Mateo 2, 13-15. 19-23

Cuando se retiraron los magos, el ángel del señor se apareció en sueños a José y le dijo:

«Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».

José se levantó, tomó al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta:

«De Egipto llamé a mi hijo».

Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en Egipto y le dijo:

«Levántate, coge al niño y a su madre y vuelve a la tierra de Israel, porque han muerto los que atacaban contra la vida del niño».

Se levantó, tomó al niño y a su madre y volvió a la tierra de Israel.

Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes tuvo miedo de ir allá. Y avisado en sueños se retiró a Galilea y se estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo dicho por medio de los profetas, que se llamaría nazareno.

Comentario

Frente los poderosos, que buscan sacar provecho del hombre, que buscan someter al individuo, la familia protege. La familia es el lugar donde nacemos de manera gratuita, donde crecemos sin que se nos exija algo a cambio. En la familia nuestra existencia experimenta la gratuidad de Dios. Por eso los padres son poder por encima del estado y de cualquier otro poder, por su más inmediata vinculación al poder creador de Dios.

José ha experimentado de un modo inaudito esa gratuidad en Jesús. Ningún padre produce totalmente a sus hijos; siempre hay algo en ellos inesperado, donado más allá de sus esfuerzos, algo que no han puesto ellos. En el caso de José esa experiencia es mucho más profunda, porque en su hijo aquello que le excede es Dios mismo. El misterio de su hijo es la presencia de Dios en el mundo, que viene a salvar a los hombres, también a él. Pero eso no hace sino reforzar su relación de padre: como padre debe contribuir a dar espacio y proteger a esa persona que crece entre él y su mujer. Como padre, para proteger a su hijo, obedece a Dios y está siempre atento a sus palabras. El don de su hijo debe ser resguardado de todo poder.

Por lo mismo, María le sigue: el seguimiento de María a José no tiene otro fundamento que ese: la obediencia de José a Dios. María sigue a José porque José sigue a Dios buscando acrecentar la vida de Dios en su familia. Porque busca acrecentar el don de Dios en su familia. Es por eso que aquella familia fue sagrada, y este centro divino hizo sagradas todas las familias.