¿Halloween? No, ¡Todos los Santos!
Desde hace años se ha colado de manera habitual al comenzar el mes de noviembre la llamada fiesta de Halloween, por la que los niños se disfrazan de monstruos, personajes macabros, zombies, brujas… y se hace apología de la muerte y el miedo. Sin embargo, surgen ya varias iniciativas en la Iglesia para recuperar el carácter festivo del recuerdo a Todos los Santos
Una de ellas la lleva adelante el grupo Kerygma, de la diócesis de Alcalá de Henares, que se dedica desde hace años a la evangelización por la calle según la modalidad de primer anuncio, y ha compuesto una catequesis especial (ver más abajo) para esta Fiesta de Todos los Santos, dirigida a niños, pero que a los padres y mayores nos puede venir muy bien.
Alcalá, Getafe, Cádiz, Astorga…
Además, Kerygma organiza, el próximo viernes 31 de octubre, en la Plaza de los Santos Niños (Alcalá de Henares), un evento llamado Holywins (en inglés: la santidad vence). Desde las 17 hasta las 19 horas, para los más pequeños habrá actuaciones musicales, juegos y dinámicas infantiles, castillos hinchables y muchas más sorpresas. A continuación, se celebrará la Eucaristía, a las 19:30, en la catedral, presidida por monseñor Juan Antonio Reig Pla. Después habrá un tiempo para la Adoración eucarística, y luego también envío y evangelización. La fiesta culminará esta vigilia de evangelización con una adoración eucarística, a las 23 h., en la Plaza de los Santos Niños. ¿Quién puede asistir? Todos: familias, sacerdotes, religiosos, parroquias, colegios, movimientos, niños, jóvenes, adultos, mayores…
También la diócesis de Getafe va a celebrar la Fiesta de Todos los Santos, el mismo día 31, desde las 17 horas, en la catedral de Santa María Magdalena de Getafe. Habrá juegos, actuaciones y dinámicas para los más pequeños, a los que se invita a asistir disfrazados de santos o de ángeles, acorde con la fiesta que se celebra. A las 19 h., comenzará la Eucaristía, y a continuación la adoración eucarística, el Rosario y el envío de los misioneros a anunciar a Cristo, señor de la vida y de la muerte. Igualmente, la misión en la calle terminará a las 23 h. con la adoración en la plaza de la catedral. Terminaremos con un momento de compartir y una sencilla oración a la Virgen.
En la diócesis de Cádiz y Ceuta, el mismo 31 de octubre, en la Plaza Mayor de Cádiz, Holywins dará comienzo a las 17 h., horas con una fiesta, concurso de disfraces, música, enseñanza, teatro, hinchables…, en los que los protagonistas son los niños.
A las 19:30 horas, los asistentes pasarán a la parroquia San Juan Bautista para tener un rato de oración, y la tarde concluirá con la Santa Misa de Todos los Santos.
La Delegación de Pastoral Juvenil de la diócesis de Astorga invita a todos a decorar, en lugar de calabazas horribles o imágenes de terror o muerte, el propio perfil de Facebook, Twiter, Whatsapp o página web con la imagen de un Santo, y ofrecen algunos ejemplos en www.pjastorga.es
Todas estas propuestas, como afirma Andrea Brugnoli -iniciador de los Centinelas de la mañana, al frente de estas iniciativas en todo el mundo-, de «volver a proponer la belleza del rostro de los Santos, que son la parte más bella de nuestra historia. Esta manifestación no va en contra de nadie, ni nada: dejamos a otros que festejen las vacías calabazas, pero nosotros los cristianos tenemos los bellos rostros de los santos».
Y también la diócesis de Osma-Soria se suma a Holywins. El viernes 31 por la tarde, de 17:30 a 19:30 horas, en la plaza de San Esteban, en Soria, los sorianos podrán encontrase con las figuras de santa Teresa de Jesús, santa Clara y san Francisco de Asís, en una iniciativa que se repetirá el sábado 1 de noviembre, desde las 13 hasta las 14:30 horas.
Ya por la tarde, el viernes, habrá una Vigilia de oración, a las 20:15 h., en la parroquia de Santa María la Mayor, en cuyo coro también se podrá visitar una exposición sobre la santidad.
Llamados a ser santos y a vivir eternamente en el Cielo
(Catequesis sencilla para niños. Algunos puntos del Catecismo de la Iglesia Católica donde se fundamenta: La iglesia es santa: 823-829; la vida eterna: 1020-1065; el Cielo: 1023-1029; la santidad cristiana: 2012-2016)
1. ¿Sabías que el Cielo vive volcado sobre la tierra? ¿Habéis visto a una mamá con su niño pequeño: cómo está pendiente de él, lo mira, lo cuida… no lo suelta un momento…? ¿Y, cuando empieza a crecer, a caminar… está siempre con mucho cuidado para que no tropiece o meta los dedos en el enchufe o se caiga? ¿Sabíais que Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, la Virgen María, los santos, los ángeles, los arcángeles, todo el cielo… vive pendiente de nosotros, como una madre con su niño? ¡Qué pasada, esto es algo maravilloso! ¿Que nos conocen y desean que seamos sus amigos, y que les pidamos ayuda para ser buenos, para ser santos como ellos? Jesús ha venido a la tierra y nos ha contado y demostrado con palabras y obras, muriendo por amor a nosotros en la Cruz, que nos ama infinitamente, y que nadie nos quiere como Él. ¿Sabíais que estamos aquí en la tierra, en el mundo, para amarnos unos a otros como Jesús, que murió en la cruz para salvarnos y llevarnos un día al cielo?
2. ¿Sabéis qué es el Cielo? ¡Yo quiero ir al cielo! ¿y vosotros? ¿Cómo conseguir llegar al cielo?: siendo amigos de Jesús, de la Virgen María, invitándoles a nuestra casa, a nuestra familia, a nuestro corazón, pues quieren vivir con nosotros y regalarnos su misma vida ¿Y qué vida?: La vida eterna. No se acaba todo con la muerte. Jesús ha muerto, ha resucitado, vive conmigo, está vivo…¡y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal! ¡Resucitaremos con Él!
3. ¿Qué sucede cuando nos morimos?: Podemos ir directamente al Cielo; al purgatorio, que es como la antesala del Cielo. Se trata de un lugar de paso reservado para aquellos que no pueden ir directamente al Cielo. ¿Por qué se encuentran allí?: Porque no amaron suficientemente a Jesús y a las personas cuando estaban en la tierra y no se arrepintieron con sinceridad del mal que cometieron. Por tanto, necesitan de una buena ducha para limpiarse, para purificarse de sus pecados, que son como una especie de grasa pegajosa que ensucia el alma. Pero lo bueno de todo es que en el purgatorio los sufrimientos son sufrimientos de amor. Los que se encuentran allí se dan cuenta de que han herido el corazón de Dios y sufren por ello y porque no pueden estar todavía con Dios. ¡Tienen prisa por salir de allí para estar con Él! O al infierno, que es un lugar donde solo van aquellos que han decidido hacerlo todo en contra de Dios. Los que han querido rechazar a Dios durante su vida y hasta el último momento antes de morir. Por supuesto, Dios los ama y los quiere salvar, ¡pero no puede obligarlos a estar con Él en el Cielo! ¡No se puede forzar el amor! Esas personas son libres de decir sí o no a Dios, al igual que cada uno de nosotros.
Imagino lo que estás pensando: ¡Ojalá vaya al Cielo directamente cuando me muera! No te preocupes, ¡no debes tener miedo! Si tú decides vivir con Jesús, Él se quedará siempre contigo y guiará tus pasos hacia el Cielo. Y en tu corazón, pensando bien en lo que dices, confía tu deseo de ir al Cielo a María, pídele que te ayude, y Ella lo hará.
4. ¿Quiénes son los santos?: Los que aman mucho a Jesús, sus mejores amigos. Son las personas más felices de la tierra, porque lo tienen todo: a Jesús, el tesoro escondido, el que llena su corazón. A Él le dedican toda su vida y buscan agradarle con todo su corazón. Santo es el que ama a Dios y a los hermanos con todo su corazón. ¡Qué gozada! Piensa en una persona que siempre está alegre, que te deja sus cosas, que te ayuda con los deberes, que te perdona, que nunca pega ni insulta…¡qué gozada vivir con Dios y con los hermanos! Y él es feliz, pues, somos felices cuando somos buenos.
5. ¿Qué hacen ahora mismo?: gozan de la vida de Dios, de su compañía, donde no hay ya muerte, ni luto ni llanto ni dolor, donde Dios es su alegría, su paz, su felicidad que no se acaba…¿Habéis estado alguna vez muy muy muy, pero que muy contentos? ¿a que os hubiese gustado quedaros así siempre siempre siempre y que no se acabara esa felicidad? Pues más, mucho más es la vida con Dios, con la Virgen María y los santos que nos espera en el cielo, pero…¡sorpresa! De la que ya podemos tener un anticipo, un “aperitivo” aquí en la tierra, pues ellos nos viven de cerca, no están lejos, sino cercanos a nosotros, pendientes, volcados sobre nosotros, como esa madre con su hijo de la que hablábamos al principio.
6. ¿Los santos no pecan?: Sí, pero enseguida acuden a pedirle perdón a Dios, se confiesan y desean no pecar más. (Ejemplo: has hecho daño a tu madre, le has chillado y desobedecido. Le pides perdón y ella se pone muy feliz).
7. Primero, beatos; después, santos.
Beatificar: declarar el Papa que algún fiel difunto, cuyas virtudes han sido previamente calificadas, goza ya de la eterna bienaventuranza y se le puede dar culto, es decir, pedir su ayuda, su intercesión y tratarle como tal.
¿Qué significa que la iglesia canoniza a algunos santos?, ¿por qué lo hace? Canonizar significa proclamar solemnemente que una/s persona/s, unos fieles, han practicado heroicamente las virtudes y han vivido en la fidelidad a la gracia de Dios, que son santos. Ellos interceden por nosotros, nos cuidan. Se nos invita a ser como ellos. Para ser amigo de Jesús, mira a los santos, especialmente a la Virgen María («la toda santa»), y trata de imitarlos.
8. Muchos santos en el cielo no canonizados: se celebra el 1 de noviembre. Se celebran en una fiesta todos los santos, conocidos y desconocidos.
9. ¿Sabes que tú estás aquí para ser santo? Tu meta es el cielo y la santidad. ¡Todos estamos llamados a ser santos! Jesús desea que todos seamos santos, nos da la gracia, la ayuda necesaria para ello. Cada uno en su vocación, en la misión que Dios le regala: mamá, papá, sacerdote, religioso/a, ahora como niño…
10. ¡¡¡Este regalo es para todos: lo tenemos que compartir!!!: Tenemos que contar a todos esto para que ellos lo vivan. Esto que sabemos, no nos lo podemos guardar para nosotros. No seamos egoístas, es para todos. Compartámoslo. Contémoslo.
Un cristiano vive con el cielo: con Jesús, su Dios y Salvador, con María, su Madre y la nuestra (¡la madre de Dios es mi madre!), los santos… Ellos le cuidan y ayudan a ser santos, a conocer el amor de Jesús. El niño que vive este regalo, anuncia a todos sus familiares y amigos, a su colegio, a sus vecinos, a todo el mundo esta maravillosa noticia.