Hace falta ponerle (y ya) el cascabel al gato educativo - Alfa y Omega

Hace falta ponerle (y ya) el cascabel al gato educativo

Arranca un curso marcado por la crisis y los recortes. No son buenos tiempos para la escuela, pero a la vez, se presenta una ocasión histórica para resolver viejos problemas. Se ha abierto un debate para la reforma en profundidad del modelo educativo, tras años de pésimos resultados académicos. Además, la Justicia ha puesto el dedo en llagas como la clase de Religión o la enseñanza diferenciada. A todo ello hay que sumar la supresión de EpC, la modificación del sistema de conciertos… La educación se ha convertido en un gato al que se le acumulan los cascabeles

José Antonio Méndez

El curso 2012/2013 va a estar marcado por tres asignaturas que no figuran en ningún libro de texto. La primera, y la más dura para familias, profesores y centros, es la de los recortes económicos. Unos recortes que, como denuncian los profesionales, en estos días en que 8 millones de alumnos vuelven a llenar de vida las aulas, «por mucho que sigamos esforzándonos, es difícil que no influyan negativamente en la calidad».

La segunda, y quizá la más novedosa, es la intención del Gobierno de resolver algunos de los problemas que arrastra nuestro sistema educativo desde hace décadas, y que afectan de lleno al derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos, y al derecho de los alumnos a recibir una formación integral. Problemas como la situación de la clase de Religión, que, según una reciente sentencia del Supremo, debe impartirse con alternativa y de forma evaluable, a pesar de que hoy no se cumplen esos requisitos; o la legitimidad de la Iglesia para elegir y formar a los docentes de esa materia, algo que no siempre está garantizado por la Administración. Según ha podido saber Alfa y Omega, ambos asuntos se han puesto ya sobre la mesa en la Comisión Mixta Iglesia-Estado para asuntos educativos, y habrán de resolverse de aquí a diciembre. Además, los analistas destacan otros asuntos pendientes que el Ministerio debe resolver este curso, como la ambigua regulación de la enseñanza diferenciada, que el Supremo considera legítima pero que podría verse expulsada del sistema de conciertos por las leyes del Gobierno de Zapatero; el propio régimen de conciertos, con el que el Estado asfixia a colegios y familias; y la permanencia de Educación para la ciudadanía casi en las mismas condiciones que con el Gobierno anterior.

Con todo, la última asignatura será la de mayor calado, porque, para mejorar la calidad de lo que aprenden los alumnos, los expertos señalan que lo primero es cambiar el modelo, apartándose del constructivismo pedagógico que impera en España desde 1970. En los próximos meses el Ministerio aprobará una nueva norma que busca ese objetivo: la Ley de Mejora de la Calidad de la Enseñanza. Aunque, claro está, sería deseable no tener que esperar todo un curso para mejorar la educación…