Gravity. Cuando la última palabra es ¡Gracias! - Alfa y Omega

Gravity. Cuando la última palabra es ¡Gracias!

Tras su paso triunfal por los Festivales de Venecia y de San Sebastián, la película de Alfonso Cuarón ha llegado a nuestras pantallas: una aventura en la que dos personas son llevadas al límite de sus fuerzas, como los protagonistas de Lo imposible, pero que, a diferencia de aquéllas, saben mirar a lo alto y reconocer quién da y quita la vida

Juan Orellana
Fotograma de ‘Gravity’.

Ryan Stone (Sandra Bullock) es una ingeniera de la NASA en su primera misión espacial, a las órdenes del comandante Matt Kowalski (George Clooney). Están haciendo reparaciones de rutina en un satélite cuando una lluvia de chatarra espacial destruye su lanzadera y mata al resto de la tripulación. Stone y Kowalski quedan totalmente solos e incomunicados, flotando en el espacio.

El mexicano Alfonso Cuarón, estimado por la sensibilidad y talento demostrados en cintas como La Princesita o Hijos de los hombres, y que nos dio una de las mejores entregas de la saga de J. K. Rowling, Harry Potter y el prisionero de Azkabán, se une a su hijo Jonás para escribir este guión exclusivamente para dos personajes y con el escenario más limitado posible para una acción dramática: el espacio infinito. Y lo va a hacer de la mano del productor de Harry Potter.

Antes de entrar en honduras, hay que partir del reconocimiento de la belleza que nos brindan las imágenes de esta película. El disfrutar de la vis ta de nuestro planeta desde esas alturas, envuelta en un silencio sobrecogedor, es un espectáculo que merece la pena ver, además engrandecido por un excelente 3D estereoscópico. La tecnología actual ha llevado a su plenitud la audacia visual que Kubrick nos legó en 2001: una odisea del espacio. Por otra parte, la armonía de los planos nos recuerda también la mística de la creación del último Malick. Ciertamente, esa belleza se ve ensombrecida por la presencia violenta y letal de la chatarra espacial, que las agencias internacionales han ido colgando de nuestro cielo en los últimos cincuenta años. Cuarón, de esta forma, ofrece también una crítica de corte ecológico que, aunque lejos de caer en los tópicos apocalípticos del moderno ecologismo cinematográfico, indudablemente sí da que pensar.

Imagen de la película ‘Gravity’.

La película es fundamentalmente un drama antropológico, como no podía ser de otra manera viniendo de Cuarón. Por un lado, se perfila con claridad esa visión del hombre tan hollywoodiense, por la que la voluntad firme y la confianza en uno mismo se presentan como garantía del triunfo y la gloria final. Esta visión tan americana, de sabor protestante, aunque inexacta e incompleta –amén de ingenua– responde sin duda a una concepción noble y positiva de la condición humana. Es la fisionomía propia del héroe, que se sobrepone a sus debilidades y desafía al destino con un coraje algo autosuficiente. Pero Cuarón, de educación mejicana –o sea, católica–, sabe que eso no basta, y subraya, en el personaje que encarna Sandra Bullock, la dimensión religiosa de quien sabe que necesita rezar o que recen por ella. Ryan se lamenta de que no la hayan enseñado a orar, y los distintos iconos religiosos que Cuarón coloca en las diversas bases espaciales enfatizan la creciente conciencia religiosa de este personaje. Ryan está herida por la vida, y la muerte prematura de su pequeña hija mantiene vivo su profundo anhelo de un más allá redentor. El personaje de Clooney es aparentemente más cínico, más sobrado de autoestima; es un hombre que ya no ama ni es amado, pero que, como el buen ladrón del Evangelio, ve cómo su vida se llena de sentido en su último gesto, en su decisión final.

En la entradilla de este artículo comparábamos el film con Lo imposible, de Bayona. Y la diferencia no está sólo en que aquellos personajes eran incapaces de suplicar a Dios, bajo cualquier forma, en lo más profundo de su desesperación; la diferencia fundamental está en el ¡Gracias! que Ryan pronuncia antes de mirar al cielo en el desenlace final. Basta ese plano para dotar a todo el drama del film de un sentido nuevo y más profundo. El éxito no es sólo fruto de nuestra aguerrida voluntad.

En fin, Gravity es una estupenda película de entretenimiento que no renuncia a tomarse en serio a sus personajes, y, por ello mismo, al espectador. Si no fuera por lo angustioso de algunas situaciones, podríamos decir que es un film para toda la familia. Pero, desde luego, para los adolescentes puede ser sumamente educativo.

Gravity
Director:

Alfonso Cuarón

País:

Estados Unidos

Año:

2013

Género:

Thriller

Público:

+12 años