Gentes: Carlos Morán, decano del Tribunal de la Rota (en Buenanueva) - Alfa y Omega

La tragedia de la sociedad actual es concebir el matrimonio como un contrato entre voluntades que se tienen afecto; con lo cual, si éste se esfuma, desaparecería el contrato. Sobre algo momentáneo no se puede fundar una familia. Más importante que el noviazgo, para la preparación a conciencia del matrimonio, es la preparación remota: una niña aprende a ser esposa y madre mirando a su madre, y un chico aprende a ser esposo y padre mirando a su padre.