Francisco pide colaboración entre padres y maestros, y reivindica el acceso a la educación
Los padres deben valorar a los educadores como «los aliados más preciosos» en la educación de los hijos, «vencer el temor al otro y tenderle la mano con generosidad». Se lo ha pedido Francisco este viernes a la Asociación Italiana de Padres. Además, con motivo del Día Internacional de la Alfabetización, ha asegurado que «sin derecho a la educación no hay libertad plena»
El Papa ha pedido a los padres que busquen formas de colaborar con el colegio y de reconstruir la relación entre ellos y los profesores. «En la educación escolar no debe faltar la colaboración», la comunicación frecuente y la confianza mutua, ha afirmado este viernes Francisco, en un encuentro con la Asociación Italiana de Padres, que cumple 50 años.
El Santo Padre ha felicitado a esta entidad por su «meritoria» labor, que busca «afianzar y sostener a los padres en su labor educativa , especialmente en referencia a la escuela, que desde siempre constituye su principal socia en la educación». Una labor que no debe ser «contra nadie sino para el bien de todos».
Hoy, ha lamentado, el pacto educativo se está resquebrajando: los padres ya no valoran el trabajo de los educadores, y para estos la presencia de los primeros es «una fastidiosa invasión», que les empuja a «tenerlos al margen o considerarlos adversarios».
El riesgo de quedarse solos
Sin embargo, los maestros también se esfuerzan por servir a los niños. Sin ellos, «os arriesgáis a quedaros solos en vuestra acción educativa» y a poder afrontar peor los nuevos desafíos de la cultura contemporánea, la sociedad, los medios y las nuevas tecnologías.
«Es un deber estimarlos como los aliados más preciosos» en la empresa educativa, les ha pedido el Papa. En relación con esto, ha recordado una ocasión en la que él, siendo niño, insultó a su maestra. Esta llamó a su madre, que después de hablar con la docente lo hizo llamar y le exigió que pidiera disculpas y diera un beso a la profesora. «Lo hice y volví al aula, feliz, y fin de la historia. No, no había acabado. El segundo capítulo fue cuando volví a casa…», ha bromeado, aludiendo a la regañina que recibió después.
Implicarse en el colegio
Para cambiar esta situación de pérdida de confianza, es necesario «que alguien dé el primer paso, venciendo el temor al otro y tendiendo la mano con generosidad». Al mismo tiempo, el Papa ha pedido a los padres que hagan sentir su presencia en el colegio. Este compromiso «es signo del amor no solo a vuestros hijos sino al bien de todos que es la escuela».
Esta implicación también contribuirá a que «se reconozca a las familias su rol primario en la educación» de los hijos. «La escuela también os necesita a vosotros, y no puede alcanzar sus objetivos sin un diálogo constructivo con quien tiene la primera responsabilidad en el crecimiento de los alumnos», ha explicado.
Acceso a la educaciónn
Este viernes, el Papa también ha reivindicado que se respete el derecho a la educación para que toda persona sea libre. «Sin el derecho a la educación no hay libertad plena, que es la que permite a cada persona ser actor de su propio destino», ha manifestado en un mensaje en redes sociales, en el contexto de la celebración el 8 de septiembre del Día Internacional de la Alfabetización.
En esta línea también se ha pronunciado la organización católica Cáritas, que reclamó en un comunicado la educación como «eje» en la lucha contra la exclusión y la desigualdad. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible —ha recordado la entidad— recogen, entre otras metas, que todas las personas aprendan a leer y escribir y tengan conocimientos básicos de aritmética.
En relación a ello, Cáritas apunta que la lucha contra la exclusión social y la desigualdad pasan por integrar los programas de alfabetización y de refuerzo educativo en los procesos de inserción y promoción social que esta organización desarrolla tanto en España como en los países del Sur donde apoya programas de cooperación.