Francisco: Hoy se tortura a la gente, como en Auschwitz - Alfa y Omega

Francisco: Hoy se tortura a la gente, como en Auschwitz

«La crueldad no ha terminado en Auschwitz», dijo el Papa en la tarde del sábado, al asomarse una tarde más a saludar a los jóvenes desde un balcón del Arzobispado de Cracovia. «También hoy se tortura a la gente» o se hacina a los prisioneros en cárceles donde «viven como animales»

Redacción

Francisco hizo balance de la jornada desde un balcón del Arzobispado de Cracovia. «Hoy ha sido un día especial, una jornada de dolor», dijo al asomarse una tarde más a saludar a los peregrinos.

Y recordando que el viernes es el día en que recordamos la muerte de Jesús y su sufrimiento en la cruz, resaltó que, al celebrar pocas horas antes el vía crucis, «nos unía el sufrimiento de Jesús. Pero no solo un sufrimiento de hace dos mil años», sino también el que muchas personas «sufren hoy en día», como «los enfermos, los que están en guerra, los sin techo, los hambrientos, los que viven desorientados, los que no encuentran la felicidad, la salvación o sienten el peso de su pecado…».

«Por la tarde —añadió el Papa— visité el hospital de niños. Allí también Jesús sufre en tantos niños enfermos. Siempre surge la pregunta: “¿Por qué sufren los niños?”. Es un misterio. No hay respuestas a estas preguntas».

Por la mañana, «fui a Auschwitz-Birkenau para recordar el dolor de hace 70 años. ¡Cuánto dolor, cuánta crueldad! ¿Es posible que nosotros los hombres, creados a imagen de Dios, seamos capaces de hacer estas cosas?».

Pero esa crueldad no ha terminado, denunció Francisco. «También hoy se tortura a la gente. Muchos prisioneros son torturados para hacerlos hablar. Hoy hay hombres y mujeres en cárceles saturadas. Viven como animales. Hoy existe esta crueldad».

«Decimos: sí, hemos visto la crueldad que se practicó hace 70 años». Millones de personas «murieron con inyecciones o ahorcadas, o en cámaras de gas. Pero hoy día en muchos lugares del mundo hay guerra».

Jesús vino al mundo para llevar este sufrimiento «sobre sus hombros, añadió el Papa, quien pidió oraciones por quienes pasan hambre, por los enfermos y las personas solas, por los que no creen, por quienes viven embargados por el peso de sus pecados… «Oremos por los niños enfermos, por las personas inocentes que llevan la cruz, como los niños. Y recemos por tantos hombres y mujeres a quienes hoy se tortura en muchos países del mundo. Por los presos que amontonados» en prisiones «como si fueran animales.

«Todos aquí somos pecadores, todos tenemos el peso de nuestros pecados», añadió el Pontífice. «¡Pero Él nos ama, nos ama! Y nosotros, como pecadores, pero como hijos de Dios, estamos unidos en una oración por estas personas que sufren hoy en el mundo tantas cosas malas». Igual que «cuando hay lágrimas, el niño busca a la madre», así «nosotros pecadores» acudimos a la Virgen, concluyó Francisco, invitando a los jóvenes a rezar el Ave María cada cual en su idioma.