Familia Anawim: ricos y pobres comparten mesa y oración - Alfa y Omega

Familia Anawim: ricos y pobres comparten mesa y oración

Sacerdotes y laicos de Toledo abren su casa y su fe a personas de la calle, del mundo de la prostitución o la droga. La iniciativa, cuya semilla está en la Evangelii gaudium, recibió la bendición del Papa Francisco

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Familia Anawim durante un viaje a Guadalupe. Foto: Familia Anawin.

Un día aparecieron por el albergue para personas sin hogar de Cáritas Diocesana de Toledo un cura, un tipo muy alto y una chica, armados con una guitarra. «Queremos hacer alabanza con vosotros», dijeron. Ese día se apuntaron tres personas: un hombre que acababa de salir de la cárcel, un feriante en paro y un migrante. «Yo pensé: “Y estos colgaos, ¿de qué van?”, pero me apunté», dice hoy Sebastián, el feriante, a quien todos llaman Popi. Al principio se enganchó al grupo por la música y vio cómo las semanas siguientes fueron llegando cada vez más personas. «Ahora somos casi 200. Es una locura. Ninguno pensamos que esto iba a acabar así», reconoce. Lo que surgió de aquella alabanza hoy se llama Familia Anawim y, en realidad, no ha hecho más que empezar. Durante la pasada Navidad fue erigida como asociación privada de fieles en la diócesis de Toledo y reúne a familias de pobres y ricos en una fraternidad insólita.

«El Señor fue poniendo en nuestro corazón una llamada a acercarnos a evangelizar a los más pobres, especialmente a quienes están más solos o padecen trastornos de salud mental», afirma Javier García-Cabañas, su responsable. Después de varios años al frente de Cáritas Diocesana de Toledo como secretario general, quiso dar un poco más: «Queríamos no solo dar asistencia, sino ser una familia para ellos, hasta el punto de que, hoy, varios de nosotros los acogemos en nuestra propia casa», asegura.

Esta llamada nació en un Seminario de Vida en el Espíritu (SVE), una herramienta para fortalecer la fe, en el que varios amigos «sentimos la necesidad de llevar a Dios a estas personas que no le conocen», afirma. Así, al poco tiempo organizaron un SVE solo para ellos: «Vino gente del mundo de la prostitución, de la droga, usuarios de Cáritas… con mucho deseo de sanación y de sentirse amados por Jesús. Jamás he visto la misericordia de Dios actuar de una manera tan potente», dice Javier.

El Papa con Popi (en primer término) y Javier García-Cabañas en la Jornada Mundial de los Pobres de 2021. Foto: CNS.

Hoy ya llevan seis y el formato ha ido creciendo hasta incorporar a otros fieles de un perfil muy distinto. Hasta se han unido personas procedentes del mundo de los negocios y con títulos nobiliarios o influencers con miles de seguidores en las redes sociales. «Es algo muy bonito —cuenta García-Cabañas—, porque les ponemos la condición de pagarle la plaza a alguien que no puede hacerlo. Y allí ricos y pobres comemos juntos en la misma mesa y compartimos el amor de Dios». «La verdad es que son ellos los que nos evangelizan a nosotros», dice, «por ese deseo tan grande que tienen del Señor».

De esta manera, se ha ido conformando una auténtica familia que hace lo que cualquier otra: se van de vacaciones juntos con los hijos —como cada año en una peregrinación diocesana a Fátima—, quedan los fines de semana, hacen planes… Quienes se sienten llamados a ello abren su hogar para compartir totalmente la vida, como García-Cabañas, que junto a mujer acoge a una chica de 17 años en dificultades. A Familia Anawim, continúa, «viene gente de todo tipo, pero el problema común es que están muy solos. Hay personas con adicciones, madres solteras, otros se han planteado el suicidio muchas veces… Todos con muchas heridas».

La amistad llega al punto de «locuras» como acompañar durante 24 horas al día a una mujer para evitar la recaída en su adicción; acoger a otra que ha dado a luz en situación de calle; recorrer con unas mesas y unas sillas plegables las calles para sentarse dignamente a compartir un bocadillo con los pobres, o invitarlos a un retiro de Emaús para avivar su fe… Su próximo plan es comenzar una alabanza para los internos de la cárcel de Ocaña. «No somos técnicos. Solo queremos ser familia para los pobres y rezar juntos», asegura Javier.

El secretario general de Cáritas Diocesana de Toledo reconoce en Evangelii gaudium la semilla de esta asociación, cuando el Papa Francisco dice que «la peor discriminación que sufren los pobres es la falta de atención espiritual», por lo que pide para ellos «un camino de crecimiento y de maduración en la fe».

El mismo Francisco bendijo esta iniciativa al escuchar el testimonio de Popi en la Jornada Mundial de los Pobres de 2021. «¿Qué he hecho yo para merecer todo este amor?», dice el feriante recordando ese encuentro y todo lo que sucedió desde aquel día en que vio a esos colgaos de la guitarra. «Si has experimentando la sanación del Espíritu Santo sabes que no se puede vivir igual. Dios nos prepara para cosas que no esperamos. Esta gente es mi familia, los que me recogieron en la calle».

«Nadie está por encima de nadie»

En línea con la llamada de algunas familias a trabajar en apoyo de otras, la parroquia de Santa María de Montalegre, en el Raval de Barcelona, y otras comunidades más de esta ciudad, acogen el proyecto Familias sin Barreras, por el que algunos matrimonios ayudan y acompañan a otros en situación económica más desfavorecida, lo que muchas veces complica su relación y su labor como padres.

«El Papa Francisco ha dicho que los cristianos tenemos que aprender a salir de nuestras zonas de confort para ir en ayuda de otras familias más vulnerables», afirma Agustín García, coordinador de la iniciativa. En su caso, esta asistencia consiste en impartir gratuitamente cursos de orientación familiar a matrimonios que difícilmente tendrían ocasión de hacerlos.

De esta forma, dos matrimonios con una formación adecuada transmiten a otras parejas «la belleza de la vida de familia» desde su propia experiencia de «haber sacado una adelante, con hijos de todas las edades».

Familias sin recursos y madres solas aprenden cómo crear ambiente de familia, cómo educar mejor a sus hijos, cómo comunicarse en el hogar… «Nadie está por encima de nadie, estamos al lado de las personas que tenemos delante», afirma García.