Eva Fernández: «León XIV no necesita pisar fuerte para decir: “Aquí está el Papa”» - Alfa y Omega

Eva Fernández: «León XIV no necesita pisar fuerte para decir: “Aquí está el Papa”»

La corresponsal de COPE en el Vaticano explica, cuando se cumple un mes de la elección del Pontífice, que «se está dejando ayudar» para gobernar la Iglesia

Rodrigo Moreno Quicios
Eva Fernández, a la derecha, da la mano a León XIV en su encuentro con periodistas el 12 de mayo
Eva Fernández, a la derecha, da la mano a León XIV en su encuentro con periodistas el 12 de mayo. Foto: Vatican Media Live.

Ha pasado ya un mes desde la elección de León XIV. En estas cuatro semanas, ¿qué gestos hemos visto de él que nos puedan dar una clave de cómo va a ser su pontificado?
Es muy importante comprobar que León XIV está siendo muy prudente. Está optando por pasar mucho tiempo escuchando a unos y otros. Ha apostado por gobernar la Iglesia sin prisas. Está claro que se va a tomar el tiempo necesario para adoptar decisiones importantes. Es un Papa que confía y que, a la vez, como ya compartió en su primer encuentro con periodistas, dice «estoy aprendiendo a ser Pontífice». Es un gesto de mucha sencillez que no le importe demostrarlo. No tiene necesidad de pisar fuerte para decir «aquí está el Papa».

Los que trabajamos aquí nos vamos dando cuenta de que confía en la Prefectura de la Casa Pontificia para que le organice la agenda. Está dejándolo en manos de un equipo que seguramente no será el suyo en el futuro, pero lo es en estos momentos. Se está dejando ayudar y esa es una señal de lo que veremos en el futuro.

Está acostumbrado a trabajar en equipo y, cuando tome el tiempo que considere necesario para rodearse de las personas en las que más crea y confíe para gobernar la Iglesia, probablemente iremos viendo más gestos propios.

Hemos visto que ha retomado algunos símbolos. Salió a la logia central de la basílica de San Pedro con muceta. Ha visitado el apartamento papal en el Palacio Apostólico o Castel Gandolfo. ¿Podemos esperar que viva en estos lugares? ¿Qué sentido tiene recuperar esta tradición?
Está claro que al Papa León XIV le importan los signos y da mucha importancia a los ritos tradicionales. Pero a veces quizá nos estamos centrando excesivamente en esos gestos que no son prioritarios. Creo que es muy buen gestor de esa prudencia de la que hablábamos. Está apostando por dar su personalidad al pontificado sin tener que seguir esos gestos a los que dábamos demasiada importancia en el anterior pontificado. Pero en la muceta no está todo.

No está confirmado por la Santa Sede que vaya a vivir en el Palacio Pontificio, aunque es muy probable que lo vaya a hacer. Casa Santa Marta no ha recibido ninguna petición y él se ha acostumbrado a vivir en su apartamento en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe.

Nos consta que en una de sus audiencias más cercanas, la del 19 de mayo con JD Vance, se ve en la grabación como el vicepresidente de Estados Unidos le pregunta si se va a trasladar al apartamento pontificio y él le responde: «Todavía no lo ha decidido». Posiblemente no tiene muchos lugares donde elegir y él también es consciente de que es una forma de vivir muy aislada. Y sabemos que se están haciendo reformas en el Palacio Pontificio.

Hace cuatro días habló directamente con Putin. ¿Qué papel puede jugar para lograr la paz?
Me parece que esa conversación con Putin fue una señal y una respuesta a ese primer discurso en el que repitió hasta diez veces la palabra «paz». Está claro que le importa mucho la geopolítica en cuanto a la búsqueda de la paz. De ahí que Zelenski fuera el primer jefe de Estado con el que se reuniera oficialmente.

Por lo tanto, esta conversación con Putin simboliza mucho, que está dispuesto a poner de su parte lo que sea necesario para que concluya la guerra. Incluyendo un gesto muy importante en pro de la unidad, que es cuando en la conversación agradeció los gestos del Patriarca Cirilo. Sabemos que las relaciones con el Patriarcado de Moscú no son buenas desde hace tiempo y fue un gesto bastante importante que hay que tener en cuenta. También significa que el Vaticano se ha ofrecido como mediador al servicio de todas las partes implicadas.

¿Tenemos alguna intuición de cuáles serán sus próximos viajes apostólicos?
Está claro que hay un viaje que podría realizar con mucha facilidad en noviembre, en la festividad de San Andrés, para rematar el deseado viaje del Papa Francisco para el Concilio de Nicea. Sabemos que prácticamente estaba ya hecho, aunque no es oficial porque el Vaticano no lo ha hecho público.

Después, dado que este fin de semana ha estado con el Presidente de Argentina, no ha sido el Vaticano sino el portavoz de Milei quien ha revelado que el Papa le ha dicho que iba a ir a Argentina. Este podría ser un viaje conjunto en el que visitara Uruguay, Perú y Argentina para 2026. Ahora estamos en un año jubilar en el que hay muchas citas prácticamente todos los fines de semana, vienen muchos peregrinos a Roma para ver al Papa y sería un desaire grande que no estuviera en esas citas jubilares que suceden una vez cada 25 años. Sería más lógico que hiciera viajes cortos de dos días, que podrían ser entre semana.

Así se confirmaría lo que también comentó en la audiencia con periodistas cuando le preguntaron sobre ir a Chiclayo. Respondió: «A lo mejor no muy tarde». En su corazón está el acudir a Perú con una agenda específica.