Esta es la homilía del Miércoles de Ceniza que Francisco no ha podido pronunciar - Alfa y Omega

Esta es la homilía del Miércoles de Ceniza que Francisco no ha podido pronunciar

El cardenal Angelo de Donatis, vicario general del Papa para la diócesis de Roma, la ha leído en su nombre, pues lleva su firma

Rodrigo Moreno Quicios
El cardenal Angelo de Donatis en la celebración del Miércoles de Ceniza
El cardenal Angelo de Donatis en la celebración del Miércoles de Ceniza. Foto: CNS / Lola Gómez.

Como aún permanece ingresado en el hospital Gemelli de Roma, el Papa Francisco no ha podido presidir la celebración del Miércoles de Ceniza como es tradición en la basílica romana de Santa Sabina. No obstante, el cardenal Angelo de Donatis, vicario general del Papa para la diócesis de Roma, lo ha hecho en su lugar. En el texto, salido de la pluma del Santo Padre, se invita a que «con la ceniza en la cabeza caminemos hacia la esperanza de la Pascua». «Convirtámonos a Dios, volvamos a Él de todo corazón, volvamos a ponerlo en el centro de nuestra vida», prosigue la homilía.

De Donatis, quien fue nombrado hace menos de un año Penitenciario Mayor, ha pronunciado las líneas con las que el Papa pide «que el recuerdo de lo que somos, frágiles y mortales como cenizas esparcidas por el viento, sea iluminado finalmente por la esperanza del Resucitado». Francisco emplaza además a que «orientemos nuestra vida hacia Él, convirtiéndonos en signo de esperanza para el mundo».

En su homilía, el Pontífice llama a aprovechar la obra de caridad que supone dar limosna para «salir de nosotros mismos para compartir las necesidades de los demás y alimentar la esperanza por un mundo más justo». «Aprendamos de la oración a descubrirnos necesitados de Dios», escribe.

Además, el sermón del Papa solicita a los cristianos a nutrir «la esperanza de que, en nuestras fragilidades y al final de nuestra peregrinación terrena, nos espera un Padre con los brazos abiertos». Al igual que pide aprender de la limosna, también pide aprender del ayuno «que no vivimos solamente para satisfacer nuestras necesidades, sino que tenemos hambre de amor y de verdad».

Finalmente, el Papa pide a través de Angelo de Donatis «que nos acompañe siempre la certeza de que Él barrerá para siempre las cenizas de la muerte para hacernos resplandecer con una vida nueva». «Con esta esperanza en el corazón, pongámonos en camino y dejémonos reconciliar con Dios», concluye.