EpC: una piedra que sólo puede hacer tropezar - Alfa y Omega

EpC: una piedra que sólo puede hacer tropezar

Escenario: las familias, los centros y la administración están en crisis económica. Primer problema: los concertados se asfixian porque la administración lleva años financiando sólo la mitad del puesto escolar de cada alumno, en comparación con la escuela pública, y ahora encima sufren más recortes. Problema número dos: la asignatura Educación para la ciudadanía sigue impartiéndose casi igual que en los años del Gobierno socialista. Soluciones: la que propone, en este artículo, la hermana María Rosa de la Cierva, miembro del Consejo Escolar del Estado

María Rosa de la Cierva

Un nuevo curso. Una situación distinta. Todos más pobres. El ritmo de trabajo, el mismo. ¿Qué hacer?

El principio de curso siempre es difícil y costoso. Este año más, porque no hay de dónde sacar. Pero saldremos adelante. La educación es nuestro gran valor y, entre todos, buscaremos gastar lo menos posible, amortizar los gastos hechos y acrecentar los haberes como si fuera fácil.

Esfuerzo y trabajo

Una palabra al ministro de Educación, Cultura y Deporte: don José Ignacio, que los colegios concertados se ahogan, mírelos con cariño y el agradecimiento se multiplicará. La oración también. Y seguro que le viene muy bien.

Nada ha bajado de precio. Ha subido casi todo. ¿Qué podemos hacer? El estudio es un valor irrenunciable. En los colegios se están ultimando los preparativos. Y está casi todo a punto según las edades. Los pequeñitos ya han empezado y el calendario es imparable. Pero todo sigue brillando y llamando a trabajar: los juegos, los ensayos, las lecturas, los paseos, la aproximación a la escritura… Estas niñas y niños que hoy se estrenan llegarán a ser grandes genios: desde cuenta-cuentos hasta inventores.

Los profesores somos los primeros en el esfuerzo y el trabajo. La responsabilidad de un niño es muy seria; el esfuerzo requerido no se puede medir. Dura los diez meses. Cada mes, con su cadencia propia. Ahora toca despertarse; más adelante, avanzar; después, madurar y saber esperar; a continuación, volver a avanzar para continuar profundizando y descubriendo nuevos saberes y…, vuelta a empezar. En junio estaremos todavía empezando, asimilando y profundizando. La tarea es inmensa pero en la mano tenemos un camino posible y atractivo: estudiar cada día lo que le corresponde.

EpC: adoctrina, manipula y confunde a los alumnos

Pero no sólo es el trabajo de cada día, tenemos, de momento, un extra. Sólo un curso, es verdad, pero son diez meses día a día. Hablo de la Educación para la ciudadanía que todavía no ha desaparecido. Señor ministro, por amor de Dios y de los estudiantes, retire esta piedra del camino. Sólo puede hacer tropezar. Adoctrina, manipula, confunde…

La promoción de valores personales y sociales no depende de una asignatura. Y menos de ésta. Surgieron los padres y alumnos objetores porque el papel moralizador que se arrogó el Estado conculca el derecho de los padres a proporcionar a sus hijos la educación moral y religiosa que estiman más oportuna y más en correspondencia con los sentimientos de la familia. Además, el Supremo, en su sentencia del mes de febrero de 2009, no autoriza a la Administración educativa, ni a los concretos profesores, a imponer o inculcar, ni siquiera de manera indirecta, puntos de vista determinados sobre cuestiones morales que en la sociedad española son controvertidas.

La estructura, intacta

Algunos ejemplos pueden ilustrar esta afirmación:

• «La fidelidad es deseable, pero no imprescindible. El matrimonio es una cosa y el amor y el placer, otra» (Mc-Graw-Hill, pág. 41).

• «El amor no tiene sexo. Nos enamoramos de personas independientemente del sexo que puedan tener» (Octaedro, pág. 26).

• «En 1917 otra Revolución, en Rusia, derrocó a los zares, devolvió al pueblo el poder e instauró un régimen de igualdad y libertades colectivas que se llamó socialismo» (El Serbal, pág. 64).

El currículo tiende, desde la argumentación, a la construcción de un pensamiento propio y a la toma de postura sobre problemas y posibles soluciones.

Este borrador del Partido Popular ha procurado alguna matización de alguno de los contenidos, pero ha mantenido intacta la estructura de objetivos, contenidos y criterios de evaluación que configuran la asignatura como una moral de Estado que debe asumirse y practicarse.

Esta área pretende el desarrollo de los niños como personas dignas e íntegras, lo que exige reforzar la autonomía, la autoestima, el afán de superación y favorecer el espíritu crítico para ayudar a la construcción de proyectos personales de vida.

Podríamos llenar varias páginas con ejemplos negativos. Señor ministro, escúchenos. Retire esta asignatura y refuerce las fundamentales. Será un bien para todos.