En vez de pedirle un título, Cáritas le preguntó a Antonia qué sabía hacer - Alfa y Omega

En vez de pedirle un título, Cáritas le preguntó a Antonia qué sabía hacer

Ella es la cara visible de la Campaña de empleo 2025 que se celebrará en todas las parroquias el próximo 18 de mayo

Rodrigo Moreno Quicios
Antonia trabaja en Carifood con ayuda del Servicio Diocesano de Empleo de Cáritas Madrid
Antonia trabaja en Carifood con ayuda del Servicio Diocesano de Empleo de Cáritas Madrid. Foto: Rodrigo Moreno Quicios.

«Yo llegué a servicios sociales porque mi casa vive una situación económica muy dura y de enfermedad. No me quedaba más remedio que salir a la calle a buscar ayuda. Allí me preguntaron: “¿Qué formación tiene?”. Les dije que apenas sé escribir porque no fui al colegio hasta mayor y me respondieron: “Aquí no hay nada para ti”. Entonces fui a Cáritas». Nos lo cuenta Antonia en la mañana de este jueves en Campus Cáritas Madrid, un centro de formación que la entidad tiene en Vallecas y que forma parte de su Servicio Diocesano de Empleo que el pasado 2024 atendió a 5.000 personas. Bajo el lema Un empleo que transforma vidas, ella es la cara de la Campaña de empleo 2025 que se celebrará en todas las parroquias el próximo 18 de mayo.

La experiencia de Antonia al acercarse a una Cáritas parroquial fue totalmente diferente porque, allí, una voluntaria llamada Raquel, en vez de por sus títulos, «me preguntó: “¿Qué sabes hacer?”». A lo que ella le respondió: «Sé fregar y cocinar muy bien porque llevo toda la vida haciéndolo. En mi familia, cuando nos juntamos para un cumpleaños, somos 50». Ahora, que trabaja en Carifood, la empresa de inserción laboral de Cáritas especializada en catering, Antonia reivindica que «toda mi vida, desde que era pequeño, me he dicho que soy cocinera. Me siento superbien guisando y se me van las penas».

Según cuenta esta vecina de Madrid, «enseguida Raquel me mandó una oferta para aprender más cocinar y la acepté sin consultarlo con mi marido ni con nadie». «Estoy muy realizada, orgullosa de mí misma y mis hijas también lo están».

Wilfredo es otra de las personas que ha pasado por el Servicio Diocesano de Empleo de Cáritas Madrid y que esta mañana ha compartido su testimonio. De origen venezolano, se acercó a Cáritas a través de la vallecana parroquia Santa María Josefa del Corazón de Jesús que frecuenta. Allí fue recibido por dos voluntarias, Patricia y Cristina, que «me entrevistaron, hablé de mis fortaleces y me derivaron a un tutor que se enteró de mi experiencia». Según cuenta el vecino, «me trazó una hoja de ruta sobre qué sería lo más conveniente». Aún recuerda la frase que le dijo: «Trabajar “de lo que sea” no existe, debes tener un norte». Tras formarse en Campus Cáritas Madrid en instalación de placas fotovoltaicas y también de sistemas de seguridad, hoy tiene trabajo fijo en una constructora.

«Cáritas no me ha dejado nunca solo, tampoco cuando ya había conseguido empleo. Cada cierto tiempo me llaman para ver cómo estoy y me preguntan qué tal en el trabajo», revela Wilfredo. Como él, otras 1727 personas fueron atendidas por la Agencia de Colocación de Cáritas Madrid el año pasado.

Finalmente, David Menéndez Carvajosa, director del Servicio Diocesano de Empleo, reivindica en las instalaciones de Campus Cáritas Madrid que «este es un lugar del que nos sentimos especialmente orgullosos porque está lleno de esperanzas y posibilidades».