En el Líbano - Alfa y Omega

Durante la Primavera Árabe se pensó mucho en el futuro de los cristianos de Oriente Medio. En septiembre de 2012, el Papa Benedicto XVI vino al Líbano para entregar la exhortación apostólica postsinodal Ecclesia in Medio Oriente. Para los Papas, el Líbano es un mensaje: un mosaico de religiones conviviendo juntas que solo es posible aquí. Antes de la guerra se decía que el Líbano era la Suiza de Oriente. Ahora es el infierno de Oriente, porque la mayoría cristiana se ha debilitado y hay un colapso político, social y moral. Los cristianos se sienten en peligro.

San Juan Pablo II y Benedicto XVI vinieron para transmitirnos que nuestro testimonio aquí es muy importante. El Papa emérito nos dijo que la falta de estabilidad y seguridad, y el sentimiento de soledad y marginación, no son motivos para retirarse. Hizo dos cosas importantes: animar a los jóvenes, y a los cristianos en general, a dar testimonio y proteger esta cultura de la convivencia, y decir a las iglesias que para hacerlo tenemos que estar en comunión.

Nuestra comunidad de carmelitas participó en la Misa durante la cual entregó la exhortación postsinodal. Uno de nuestros hermanos dirigía la liturgia. Para esta celebración se eligió un lugar muy hermoso de Beirut: un antiguo vertedero de escombros procedentes de la guerra, convertido en jardín público al lado del mar. Y, desgraciadamente, muy afectado por la explosión en el puerto hace dos años. La Misa fue una invitación a nuestra comunidad a tener un conocimiento verdadero de Jesucristo para servir al mundo. Cristo, subrayó, es el Mesías sufriente, un Mesías servidor, no un libertador político todopoderoso. Por ello, su mensaje de amor no se puede testimoniar por medio de la política y del dinero, sino del servicio y del sacrificio.

Para nuestros cristianos fue un gran consuelo una visita tan esperada del Papa, que venía a darles coraje. Bajaban a las calles y carreteras para saludarle cuando pasaba. Los musulmanes participaron también en esa alegría. Antes la gente estaba muy ilusionada con que volviera al Líbano el Papa, esta vez Francisco. Pero ahora la situación es muy complicada. Hay quienes dicen que sería respaldar la forma de hacer política de los gobernantes cristianos, que al seguir la influencia de Irán han tomado decisiones contra los mismos cristianos. Con todo, esta Iglesia necesita a su Papa cerca. Y él siempre manda mensajes de amor al Líbano.