El Papa refuerza Laicos, Familia y Vida con tres españoles

Son tres perfiles de peso para reforzar un dicasterio fundamental, aquel que se refiere concretamente a la mayor parte de los miembros de la Iglesia, es decir, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Pese a que el Papa ha suspendido su actividad de este sábado, los nombramientos estaban decididos y las comunicaciones vaticanas han discurrido según lo previsto. Así, once nombres pasarán a formar parte de este dicasterio como miembros. Entre ellos, hay tres españoles: José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla; el sacerdote Luis Felipe Navarro Marfá, rector magnífico de la Pontificia Universidad de la Santa Croce de Roma; y la laica Carmen Peña García, doctora en Derecho y Derecho canónico y docente de Derecho Matrimonial en Comillas.

Carmen Peña además es licenciada en Estudios Eclesiásticos por la Universidad Pontificia de Salamanca, y licenciada en Teología Dogmática y Fundamental por Comillas. Tras ejercer cuatro años la abogacía, desde 1996 es Defensora del vínculo y promotora de justicia (fiscal) en el Tribunal Eclesiástico Metropolitano de Madrid. En 1997 comenzó su docencia en la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Pontificia Comillas, donde imparte las asignaturas de Matrimonio y Procesos, así como seminarios y cursos de doctorado.

Es directora del Máster en Causas Matrimoniales Canónicas y colabora también habitualmente con la Facultad de Teología y el Instituto de Familia de esta Universidad, donde, de 2003 a 2012, desempeñó el cargo de directora del Departamento de Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado. Su vasta formación hizo que en 2018 fuera llamada a colaborar con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida como consultora.

Allí, «he podido ver el importante trabajo que desarrolla el dicasterio en estos ámbitos», explica a Alfa y Omega. Reconoce que la alegra «poder contribuir de algún modo en esta tarea y prestar este servicio eclesial». «Recibo el nombramiento con agradecimiento al Papa por la confianza que supone y con mucho deseo de seguir colaborando con el dicasterio en la promoción de la vocación laical en la Iglesia y en el mundo y en el impulso de la pastoral familiar, trabajando con y por las familias», explica. Para la canonista, su nombramiento es una muestra más del impulso que el proceso sinodal está dando a la participación y corresponsabilidad de los bautizados en la misión de la Iglesia.