El Papa reclama a la comunidad internacional «intervenir con decisión» en Darfur
Tras las masacres étnicas en la región de Sudán, León XIV ha pedido «intervenir con decisión y generosidad para ofrecer asistencia» y que las partes implicadas establezcan un alto el fuego y abran corredores humanitarios
El Papa León XIV ha llamado este domingo a la comunidad internacional «a intervenir con decisión y generosidad» en Darfur Norte. Allí, la toma de la capital, El Fasher, hace una semana por parte de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF por sus siglas en inglés) ha degenerado en masacres étnicas contra la población negra por parte de los combatientes de esta milicia, de ascendencia árabe. Así lo vienen denunciando en los últimos días varias agencias de la ONU y la Organización Mundial de la Salud.
«Con gran dolor sigo las trágicas noticias que llegan desde Sudán, en particular de la ciudad de El Fasher, en el martirizado Darfur Norte», ha afirmado el Santo Padre tras el rezo del ángelus desde el balcón del Palacio Apostólico. «Violencias indiscriminadas contra mujeres y niños, ataques a los civiles indefensos y graves obstáculos a la acción humanitaria están causando sufrimiento inaceptable a una población ya agotada por meses de conflicto».
Además de orar por los afectados, fallecidos y heridos, el Pontífice ha pedido oraciones para que Dios «toque los corazones de los responsables». Ha renovado el llamamiento «a todas las partes involucradas» para que se produzca un «alto el fuego y la apertura urgente de corredores humanitarios». En el mismo sentido, ha invitado «a la comunidad internacional a intervenir con decisión y generosidad para ofrecer asistencia y sostener a quienes se entregan en la ayuda».
Disturbios en Tanzania
León XIV ha invitado también a rezar por Tanzania, donde «después de las recientes elecciones se han desatado enfrentamientos con numerosas víctimas. Invito a todos a evitar toda forma de violencia y a recorrer el camino del diálogo». Tras los comicios generales del pasado miércoles, la Comisión Electoral Nacional Independiente declaró ganadora este sábado a la presidenta Samia Suluhu Hassan, con un 97,66 % de los votos, informa EFE.

Todas las fuerzas de la oposición rechazan estos resultados. No solo quedaron excluidos de la votación los principales rivales de Hassan, sino que además se han producido denuncias de fraude y represión en Dar es Salam, la capital económica, y otras ciudades. La dura represión de las protestas por estos hechos se saldaron con al menos 150 muertos, según datos del Hospital Nacional Muhimbili.
Dios no quiere que nadie se pierda
Antes de la oración mariana, meditando sobre la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos, el Pontífice ha subrayado que «la resurrección de Jesús, el crucificado, ilumina el destino de cada uno de nosotros». El deseo y la «preocupación» de Dios es «que nadie se pierda para siempre, que cada persona tenga su lugar y brille en su singularidad».
Así, ha recordado las palabras de Benedicto XVI, que explicaba que la expresión «vida eterna» no significa «una sucesión sin fin, sino la inmersión en el océano del amor infinito, donde el tiempo, antes y después, ya no existen. Plenitud de vida y alegría».

El Santo Padre ha abundado en cómo «cada vez que la muerte parece hacernos perder para siempre una voz, un rostro, un mundo entero», en cierto sentido experimentamos «la preocupación de Dios por no perder a nadie». El día de hoy «pone a prueba la memoria humana, tan preciosa y tan frágil», que hace que algunos difuntos queden expuestos al olvido.
No estamos atrapados en la nostalgia
«En la memoria viva de Jesús, sin embargo, incluso aquellos a quienes nadie recuerda, incluso aquellos a quienes la historia parece haber borrado, aparecen en su infinita dignidad». Por eso los cristianos recuerdan a sus difuntos en la Eucaristía, ya que del anuncio de la resurrección «surge la esperanza de que nadie se pierda».
En este sentido, el Papa ha deseado que las visitas a los cementerios, sean «para todos una invitación al recuerdo y a la esperanza». «No estamos atrapados en el pasado, en las lágrimas de la nostalgia». Jesús «nos llama por nuestro nombre, nos prepara un lugar, nos libera de la sensación de impotencia que nos hace arriesgar la vida».
Antes de despedirse, el Papa ha recordado que en la tarde de este domingo celebrará una Eucaristía por los difuntos en el Cementerio del Verano. Además, «espiritualmente me dirigiré a las tumbas de mis seres queridos. Y también rezaré por los muertos a los que nadie recuerda». Ante este concepto, ha recordado que «nuestro Padre celestial nos conoce y nos ama uno por uno, no se olvida de nadie». El Santo Padre se ha despedido deseando un «buen domingo en el recuerdo cristiano de nuestros difuntos».