El amistoso tirón de orejas de León XIV a los jóvenes: «Vivir sin fe es ir tirando»

Continúa el Jubileo del Mundo Educativo, que ya dio su pistoletazo de salida con una Misa en la basílica de San Pedro en la que León XIV pidió a los alumnos de las universidades pontificias que no fueran especialistas en «detalles infinitesimales» sino que desarrollaran una «visión de conjunto». Este jueves, la propuesta del Vaticano ha sido una reunión de más de 6.000 estudiantes y profesores en el Aula Pablo VI junto al Papa. La cita se titulaba La escuela es vida y buscaba, precisamente, transformar el mundo a través de la educación.

En una carta dirigida al Pontífice, los jóvenes han descrito a su generación emparedada entre «el miedo a decepcionar» a los mayores que trabajaron para darles acceso a la universidad y, por el otro, con «deseo y sed de estrellas». Han pedido a sus formadores que «crean en nosotros» y han explicado la necesidad de desarrollar con ellos una relación humana con una simple metáfora: «Cuando un profesor pronuncia bien tu nombre, te levanta el ánimo».

Una generación con una estrella

Durante los días previos a este gran encuentro final con León XIV, los chavales italianos han participado en talleres organizados de manera conjunta por el Ministerio de Educación y Mérito de Italia y el Dicasterio para la Cultura y la Educación del Vaticano. Entre sus actividades, han realizado una peregrinación educativa por Roma y creado un módulo educativo universal para la paz y cooperación.

El cardenal portugués José Tolentino de Mendonça, aparte de prefecto del dicasterio en cuestión, es un renombrado poeta aclamado por la crítica internacional. Ha recordado a los jóvenes en el Aula Pablo VI que, «sedienta de una luz que ofrezca verdadero sentido, vuestra generación no debe carecer de una estrella».

Por su parte, el ministro italiano Giuseppe Valditara ha insistido en que «todos vosotros tenéis una belleza extraordinaria en vuestro interior y es deber de la escuela ayudaros a descubrirla y potenciarla». Igualmente ha llamado a una educación de empatía y cooperación, denunciando que «basta ya de esta cultura que pone al yo en el centro».

«No os detengais a mirar el teléfono»

Al final del evento, León XIV ha tomado la palabra entre aplausos y confesado que «he esperado este momento con gran emoción». Ha mandado a los jóvenes un potentísimo mensaje: «Vivir sin fe no es vivir sino ir tirando». También los ha emplazado a ser una «generación plus» que perfeccione la Iglesia y la sociedad a través de la educación, «una de las herramientas más hermosas y poderosas para cambiar el mundo».

El Papa ha propuesto como ejemplos a Pier Giorgio Frassati y John Henry Newman y reivindicado que «la verdadera paz nace cuando muchas vidas, como estrellas, se unen y forman un diseño». Un símil que ha seguido explorando al comparar la educación como un telescopio que permite mirar a más lejos. «Somos estrellas porque somos chispas de Dios. No os detengáis a mirar el teléfono y sus rápidos fragmentos de imágenes: mirad al cielo, hacia lo alto», ha concluido.