El Papa pide a los obispos de Colombia que arriesguen para «cimentar la paz» - Alfa y Omega

El Papa pide a los obispos de Colombia que arriesguen para «cimentar la paz»

Nueva muestra de apoyo de la Santa Sede al proceso de paz en Colombia. En un mensaje enviado al episcopado de este país, el cardenal Parolin, Secretario de Estado, anima a los obispos, en nombre del Papa, a «arriesgarse a cimentar la paz desde las víctimas, con un compromiso permanente para que se restaure su dignidad, se reconozca su dolor y se repare el daño sufrido»

Redacción

El cardenal Parolin ha enviado, en nombre del Papa, un mensaje con motivo de la Semana Santa al arzobispo de Tunja y Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga.

El Papa «es bien consciente de la importancia crucial del momento presente, en el que con renovado esfuerzo y movidos por la esperanza, están buscando construir una sociedad más justa y fraterna: una sociedad en paz», se lee en el texto.

«Para ello, debe moverlos, ante todo, la alegría de hacer presente a Jesucristo, Príncipe de la paz, el único que hace posible la reconciliación, en medio de tantos sufrimientos y divisiones», añade el mensaje pontificio, que exhorta a los obispos a ser «colaboradores en la obra de la paz que nace del amor de Dios por la humanidad, con especial atención a los que sufren y a los pobres».

El mensaje anima a los obispos a «arriesgarse a cimentar la paz desde las víctimas, con un compromiso permanente para que se restaure su dignidad, se reconozca su dolor y se repare el daño sufrido. El Papa manifiesta gran afecto, cercanía y solidaridad, a quienes han padecido las consecuencias del conflicto armado en todas sus expresiones. Hay que forjar la paz desde quienes viven la marginalidad y la pobreza extrema, desde quienes no son incluidos en la sociedad».

Francisco no olvida a las familias, «afectadas hoy por preocupantes situaciones de violencia, para que transformadas por la fuerza del Evangelio, sean semilla y escuela de una cultura de paz y de reconciliación». Y señala que «se ha de seguir adelante animando su compromiso con los desplazados, con los sobrevivientes de las minas antipersona, con quienes han sufrido el despojo de sus bienes, con los secuestrados, con todas las personas que han padecido en diversas formas, y también con las víctimas de décadas de injusticia, inequidad y marginación».

Tras alentar a toda la Iglesia a asumir el riesgo de que cada parroquia e institución se vuelva un hospital de campo, con el anhelo de que en la Iglesia todos hallen sanación y se impulse el arrepentimiento, el perdón y la decisión de no reproducir nuevamente la cadena de violencia, «el Santo Padre desea transmitir estas reflexiones al amado pueblo colombiano, a sus pastores y a sus autoridades, en espera de poder encontrarlos pronto, durante uno de sus viajes a América Latina, para llevarles personalmente el mensaje de paz de Cristo, el Señor».