El Papa permanecerá en el Vaticano la mayor parte del verano, en vez de trasladarse a Castel Gandolfo, salvo una breve visita el 14 de julio, y quizá alguna otra. Del 23 al 28 de julio, el Santo Padre participará en la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro. El resto del tiempo, permanecerá en Santa Marta, siguiendo su vieja costumbre, como arzobispo de Buenos Aires, de no marcharse de vacaciones. En julio, quedan suspendidas las audiencias de los miércoles, y, al menos hasta septiembre, tampoco se informará sobre las Misas en Santa Marta.
Sobre los planes de Benedicto XVI, el padre Lombardi afirma no tener noticias. El Pontífice emérito recibió, hace unos días, al cardenal Josef Cordes, presidente emérito del Consejo Pontificio «Cor Unum», y al escritor y psiquiatra, viejo amigo suyo, Manfred Lütz, que le presentaron su libro La herencia de Benedicto y la misión de Francisco: desmundanización, cuya tesis es que el Papa Francisco está completando la tarea de desmundanización iniciada por su predecesor, desmundanización a la que Joseph Ratzinger se refirió en su última visita a Alemania. Durante el encuentro, según ha contado Lütz al Bild Zeitung alemán, el Papa emérito les aseguró: «Vivo como un monje. Rezo y leo. Estoy bien». Ambos le encontraron envejecido, pero lúcido y de buen humor, «incluso bromista, en su estilo».