El Papa condena la «praxis colonial», las guerras y persecuciones en nombre de una «supuesta pureza racial o doctrinal»
El Papa Francisco ha condenado las «praxis coloniales» que han justificado guerras en el Mediterráneo así como las persecuciones en nombre de una «supuesta pureza racial o doctrinal» y ha asegurado que también los cristianos lo han hecho en el pasado.
«También nosotros hemos hecho esto. Recuerdo el Cantar de Roldán donde los cristianos, ante la pila bautismal, decían a los musulmanes: “O te bautizas o adiós, o la muerte”», ha señalado el Pontífice tras condenar las actitudes «agresivas y guerreras» que han marcado el modo de vivir en el espacio Mediterráneo por aquellos que se decían cristianos.
Así lo ha indicado en Nápoles, donde ha viajado para pronunciar un discurso sobre migración en el marco del congreso La teología después de la Veritatis gaudium en el contexto del Mediterráneo, organizado por la Facultad de Teología de Italia Meridional (Sección San Luis) con sede en la ciudad italiana.
El Papa también ha señalado que la tradición es «la garantía del futuro» y no solo «la custodia de las cenizas». «Sin tradición no se puede crecer. Es como las raíces para los árboles», ha dicho. Así ha prevenido a los teólogos sobre el «síndrome de Babel» que ha definido como «no escuchar a los demás y creerse superiores a los demás». De este modo, ha manifestado que el proselitismo es la «peste».
«Esta docilidad al Espíritu implica un estilo de vida y una proclamación sin un espíritu de conquista, sin la voluntad de hacer proselitismo, que es la peste», ha señalado tras poner como ejemplo de diálogo a Charles de Foucald, a los monjes de Tibhirine, a Martin Luther King o a don Peppino Diana, un escritor italiano asesinado por la Camorra.
Para el Papa, el diálogo es ante todo un «método de discernimiento y proclamación de la Palabra del amor» dirigida a cada persona, un gesto «de ese Dios que se manifiesta cada vez y dentro de cada contradicción, mayor en el amor y en la capacidad de recuperar el mal».
Así, ha pedido llegar como «etnógrafos espirituales del alma de los pueblos, para poder dialogar en profundidad y, si es posible, contribuir a su desarrollo con el anuncio del Evangelio del Reino de Dios, cuyo fruto es la maduración de una fraternidad cada vez mayor, dilatada e inclusiva».
En esta línea, ha pedido a los teólogos que sean «compasivos» y que se dejen tocar «por todas las formas de esclavitud de hoy» como «las guerras, las injusticias y la violencia que padece el Mediterráneo». «Sin comunión ni compasión alimentada constantemente por la oración, la teología no sólo pierde el alma, sino la inteligencia y la capacidad de interpretar la realidad de forma cristiana», ha manifestado.
En este sentido, Francisco ha añadido que la teología «no puede hacerse en un ambiente de miedo» porque si no es «destilada como el agua» y «no sabe a nada».
Por otro lado, ha pedido impulsar el diálogo en torno al Mediterráneo porque no es posible entender este espacio sin el diálogo como «puente histórico, geográfico y humano» entre Europa, África y Asia.
Diálogo con los musulmanes
Asimismo, el Papa ha censurado los episodios de violencia contra los musulmanes como la ola de represiones brutales que está sufriendo esta comunidad en Sri Lanka en aparente represalia por los atentados yihadistas del mes de abril.
«Con los musulmanes estamos llamados a dialogar para construir el futuro de nuestra sociedad y nuestras ciudades», ha remarcado. «Estamos llamados a considerarlos socios para construir una coexistencia pacífica, incluso cuando los grupos fanáticos producen episodios impactantes, como la tragedia de la Pascua pasada en Sri Lanka», ha subrayado.
Así, ha llamado a «construir una ‘gran carpa de paz’ en toda la cuenca mediterránea, donde los diferentes hijos del padre común Abraham pueden vivir juntos en mutuo respeto».
Durante su intervención en la Facultad Pontificia de Teología del Mediterráneo, el Papa también ha invitado a crear una red que tenga en cuenta que «la teología nace en medio de seres humanos concretos, reunidos con la mirada y el corazón de Dios». Finalmente, ha pedido «estructuras livianas y flexibles» para las facultades de teología, que «reflejen la apariencia de una Iglesia en salida».
Se trata de la segunda visita del Papa a Nápoles, después de la del 21 de marzo de 2015, durante la cual exhortó a los napolitanos a no permitirse «robar la esperanza», reaccionando «firmemente» frente a las organizaciones que «explotan y corrompen a los jóvenes, los pobres y los débiles, con el cínico narcotráfico y otros delitos». Está previsto que el Pontífice regrese esta tarde al Vaticano.