El Papa a los trabajadores de la Curia romana: «La fe y la oración son como la sal para la comida» - Alfa y Omega

El Papa a los trabajadores de la Curia romana: «La fe y la oración son como la sal para la comida»

Es la primera vez que se reúne con ellos y, lejos de discursos programáticos, ha querido «dar las gracias por el servicio que prestáis». Ha explicado que su trabajo es muy importante porque «conserva y transmite la memoria histórica»

Ester Medina Rodríguez
León XIV durante su audiencia con los trabajadores vaticanos este sábado
León XIV durante su audiencia con los trabajadores vaticanos este sábado. Foto: Vatican News.

El Papa León XIV ha mantenido en la mañana de este sábado una audiencia con los funcionarios de la Curia romana y los empleados de la Santa Sede, de la Gobernación y del Vicariato de Roma. El Aula VI del Vaticano ha sido el lugar escogido para la ocasión, a la que han acudido alrededor de 5.000 personas, la mayoría laicas aunque también ha habido religiosos y sacerdotes, que trabajan en diferentes ámbitos y que han estado presentes junto a sus familias./p>

El encuentro ha tenido lugar en un ambiente distendido, con la asistencia de muchos niños y con un Pontífice que ha comenzado su discurso bromeando ante la sostenida ovación de los presentes: «Cuidado, que si los aplausos duran más que el discurso, ¡tendré que hacer el discurso más largo!».

Aunque el Santo Padre ya conocía a estos trabajadores por los dos años que ha sido prefecto del Dicasterio para los Obispos en Roma, este ha sido el primer encuentro como Pontífice, en el que ha asegurado que «no es el momento de pronunciar discursos programáticos, sino más bien es una ocasión para daros las gracias por el servicio que prestáis». Un agradecimiento que ha ido acompañado de una reflexión sobre la permanencia de la Curia mientras que «los Papas pasan». «Esto vale para cada Iglesia particular, para la Curia episcopal y también para la Curia de obispo de Roma», ha señalado León XIV, quien ha definido a esta institución como «muy importante» porque «conserva y transmite la memoria histórica de una Iglesia y del ministerio de sus obispos». Una memoria que ha calificado como «un elemento esencial en un organismo vivo» como es la Iglesia, porque no solo se dirige al pasado, sino que «alimenta el presente y orienta el futuro».

En este sentido, el Papa ha puesto en valor la labor de los trabajadores de la Curia vaticana, ya que significa mantener viva la memoria de la Santa Sede y «sin memoria, el camino se pierde y se pierde el sentido de la orientación», ha afirmado.

La sala Pablo VI durante la audiencia de esta mañana. Foto: Vatican News.

«La experiencia misionera forma parte de mi vida»

Una vez más, y como viene siendo frecuente en sus intervenciones, León XIV ha recordado la figura del Papa Francisco. En esta ocasión, recordando su insistencia en la necesidad de que la Iglesia cultive «su dimensión misionera», algo en lo que el difunto Pontífice dio pasos concretos «reformando la Curia romana en la perspectiva de la evangelización, con la constitución apostólica Praedicate Evangelium». Esto, además, no lo comenzó solo, sino que siguió la estela de sus predecesores, «especialmente de san Pablo VI y san Juan Pablo II».

«Como sabéis, la experiencia misionera forma parte de mi vida», ha expresado el Papa, que ha recordado ante los presentes su misión como religioso agustino en Perú y ha reconocido que fue allí, «en medio del pueblo peruano, donde maduró mi vocación pastoral». Por eso, este sábado ha rescatado de nuevo aquellas primeras palabras que pronunció el 8 de mayo en el balcón pontificio cuando se presentaba al mundo como sucesor de Pedro: «Debemos buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, una Iglesia constructora de puentes, dialogante, siempre abierta a acoger con los brazos abiertos a todos».

De igual manera, ha explicado que, así como el Señor le ha encomendado a él esta gran tarea, también es importante la labor de cada uno de estos trabajadores: «Cada uno aporta su contribución realizando su trabajo cotidiano con empeño y también con fe, porque la fe y la oración son como la sal para la comida, dan sabor». Así, ha invitado a tratar de hacer con amor nuestra labor cotidiana, también en los lugares de trabajo, «siendo constructores de unidad hacia los colegas, superando los inevitables malentendidos con paciencia, con humildad, poniéndose en el lugar de los demás, evitando los prejuicios, y también con una buena dosis de humor, como nos ha enseñado el Papa Francisco».